Algo más de la mitad de los consejeros delegados españoles, un 52%, prevé aumentar su plantilla entre un 6% y un 10% en los próximos tres años, de acuerdo con el informe ‘Global CEO Outlook’ de KPMG.
Sin embargo, a doce meses vista, el 76% de los primeros ejecutivos españoles cree que la plantilla de sus organizaciones se mantendrá igual o crecerá un máximo de un 5%.
Al igual que ocurre con la perspectiva de empleo, el grado de confianza de los primeros ejecutivos en la evolución de la economía global, nacional y de sus propios negocios crece conforme se amplía el horizonte. Así, mientras solamente el 68% de los encuestados españoles confía en el crecimiento del país en los próximos doce meses, la proporción se eleva hasta el 90% cuando el análisis se hace a tres años vista.
El estudio concluye que los principales focos de incertidumbre para los primeros ejecutivos son las tensiones geopolíticas y los signos de debilidad económica que muestran algunos países.
Preguntados por el estadio del ciclo económico en el que se encuentra España, el 44% de los primeros ejecutivos españoles cree que en estos momentos se ha alcanzado la máxima velocidad de crecimiento, aumentando las posibilidades de entrar en una nueva fase de ralentización.
El 48% de los primeros directivos españoles espera un crecimiento moderado (es decir, de entre el 2% y el 4,99%) de la facturación de su compañía en los próximos tres años, mientras que un 40% cree que sus ventas aumentarán, como máximo, un 2%. Sólo dos de cada cien encuestados vaticina un incremento de dos dígitos.
LOS PRÓXIMOS TRES AÑOS, MÁS DECISIVOS QUE LOS ÚLTIMOS CINCUENTA
Según el estudio, el 78% de los consejeros delegados españoles, el 72% a nivel global, cree que los próximos tres años traerán consigo una transformación sin precedentes y serán mucho más decisivos para la evolución de la economía, la sociedad y las empresas que los últimos cincuenta.
Los primeros ejecutivos encaran este periodo de transformación con un optimismo moderado y la convicción de que resultará necesario poner el foco en una serie de aspectos críticos ante los que nunca antes se habían enfrentado, según el estudio.
Casi siete de cada diez consejeros delegados de todo el mundo, el 74% en España, admiten su preocupación por tener que abordar asuntos ante los que tienen poca experiencia, como la transformación digital de la compañía o la adecuación de sus negocios a los nuevos gustos y exigencias de los consumidores.
En este contexto, sus principales prioridades estratégicas de cara a los próximos tres años son la apuesta por la innovación (21%), el mayor foco en el cliente (19%) y el desarrollo del talento (18%).
En España, los encuestados sitúan como aspectos prioritarios en la estrategia de sus compañías un mayor foco en el cliente (28%), la utilización de ‘data’ y ‘analytics’ (26%) y la inversión dirigida a minimizar los riesgos cibernéticos (26%).
«El desafío que encaran las compañías es mayúsculo y adaptarse al cambio obligará a integrar nuevas tecnologías y aproximarse de otra forma a un nuevo mapa de riesgos», ha apuntado el consejero delegado de KPMG en España, Hilario Albarracín.
De hecho, uno de cada tres primeros ejecutivos españoles, el 41% en la media global, asegura que su empresa se transformará en otra significativamente diferente a medio plazo.
Para ello, el mayor volumen de inversiones irá destinado, por este orden, a las soluciones de ciberseguridad, la adaptación a los nuevos requisitos normativos y el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial y tecnología cognitiva, según opinan los consejeros delegados españoles encuestados.
NUEVO MAPA DE RIESGOS
El mercado global, el aumento de la regulación, el desarrollo de las nuevas tecnologías, la corrupción, la mayor demanda de transparencia y las tensiones geopolíticas han configurado un nuevo mapa de amenazas al que se enfrentan las compañías.
Aunque los consejeros delegados de todo el mundo consideran en su mayoría (78% a nivel mundial y un 68% en España) que están tomando la cantidad adecuada de riesgos, también admiten que han surgido nuevas amenazas que sus organizaciones no están completamente preparadas para combatir.
El 30% de los primeros ejecutivos de todo el mundo y el 40% de los españoles señala la ciberseguridad como el riesgo que más les preocupa y, sin embargo, solamente uno de cada cuatro (el 20% en España) admite que sus empresas ya han adoptado las medidas necesarias para estar completamente preparadas ante un potencial ciberataque.
Según el estudio, los primeros ejecutivos están convencidos de que las cuestiones relacionadas con la seguridad son la puerta de entrada para innovar en nuevos productos y asegurar una mayor lealtad de los consumidores. Un 84% de los encuestados españoles admite que los clientes están más preocupados por cuestiones relacionadas con la privacidad que las propias organizaciones.
CAPTACIÓN DE TALENTO PARA UN HORIZONTE INCIERTO
Como consecuencia de la transformación tecnológica, los ejecutivos encuestados señalan los departamentos de Finanzas y las áreas de Producción y Operaciones como las que potencialmente podrían sufrir una mayor reducción de su personal.
No obstante, el informe también concluye que el desarrollo y la captación de talento resultan cruciales para abordar este desafiante horizonte. Los ejecutivos creen necesario potenciar las habilidades existentes y apuestan en primer lugar por la formación interna, pero también por el mayor foco en la automatización y la captación de profesionales de la competencia.