Patricia García es presidenta institucional de Femxa, empresa finalista en los IX Premios CEPYME, en la categoría Pyme por la Igualdad.
¿Cómo decidieron presentarse a los Premios CEPYME?¿Qué condiciones reúne su empresa para concurrir a los mismos?
En 2022 fuimos finalistas en la categoría Pyme por la Igualdad. Tras esta experiencia, y desde el compromiso con la labor fundamental que realiza CEPYME para promover y dar respuesta a los intereses y necesidades de las pequeñas y medianas empresas, no hemos dudado en volver a presentarnos. Y no solo por el compromiso ético y social de la compañía en materia de igualdad, sino porque pensamos, desde la humildad, que podemos inspirar a otras entidades en su camino hacia la implementación de medidas, objetivos e iniciativas que fomenten la igualdad de género dentro y fuera de la empresa.
¿Cree que el premio CEPYME 2022 podría mejorar la imagen de su empresa de cara a clientes, proveedores y futuros inversores?
Hoy, más que nunca, la imagen y reputación de una empresa se construye en base a la percepción que los diferentes grupos de interés tienen sobre sus servicios, pero también en base a su política de responsabilidad social: la sostenibilidad y la igualdad de oportunidades están siempre encima de la mesa a la hora de seleccionar con quién trabajar. Por eso, para nosotros es fundamental demostrar que la compañía apuesta por que empleadas y empleados tengan las mismas condiciones, las mismas oportunidades para llegar a promocionar y que, además, somos una empresa “con alma”, capaz de inspirar a sus equipos, clientes y proveedores a comprometerse en un proyecto común que les permite aportar lo mejor de su conocimiento y capacidades. El ser finalista, e incluso recibir el Premio CEPYME 2022 en la categoría de igualdad, se convierte en una ventaja competitiva en un mercado cada vez más exigente, donde las personas comprometidas son la clave para incrementar la productividad y mejorar los resultados de las empresas.
¿Cómo ha afrontado su empresa el incremento de costes y las consecuencias de la pandemia?
Nuestro negocio ya disponía de un nivel de digitalización elevado antes de la pandemia. Así mismo, más del 70% de los proyectos en curso se basaban en ese momento en tecnología elearning. Por ello se pudo implementar el teletrabajo desde el primer día, y mantener el nivel de producción en todo momento. Para ello, logramos incorporar de modo pionero la formación virtual síncrona como metodología de impartición, logrando una continuidad de la formación presencial en todo momento.
La tecnología nos ha ayudado a mantener nuestra actividad, a analizar datos y a hacer predicciones. Nos hemos adaptado a un modelo organizativo en el que más del 95% de las 500 personas que trabajan en Femxa teletrabaja a diario.
¿Qué medidas han adoptado para afrontar esta nueva crisis provocada por la inflación y la falta de algunos suministros?
Hemos evitado trasladar el incremento de costes al mercado, mediante la optimización de procesos y la automatización de actividades de bajo valor añadido. Al estar en el sector servicios, la falta de suministros no nos ha afectado de modo relevante, más allá de alguna demora en la disponibilidad de equipos informáticos para las aulas o materiales para la reforma de nuestros centros de formación.
¿Han recuperado la actividad y resultados previos a la pandemia?
Sí, incrementando más de un 100% los ingresos desde el año previo a la pandemia, así como los resultados de un modo muy significativo. Todo ello ha sido posible gracias al excelente equipo humano que desarrolla su actividad en la empresa, conformado por más de un 80% de mujeres con un nivel de formación óptimo.
Objetivos y principales retos de su empresa para los próximos años
Además de mantener un modelo productivo basado en el teletrabajo, dentro de nuestros objetivos está el de maximizar el retorno social tanto a nuestro equipo como al resto de grupos de interés. Para ello, somos conscientes de que debemos seguir apostando por un proceso de automatización y digitalización, además de abordar con éxito la transformación de modelo productivo, derivada de los nuevos retos que se planteen relacionados con la formación profesional y laboral de personas adultas.
¿Qué medidas ha llevado a cabo su empresa para garantizar la igualdad?
En Femxa estamos plenamente comprometidos con la lucha contra la brecha de género. Contamos con un plan de igualdad transversal y con una Comisión de Igualdad encargada de evaluar y realizar el seguimiento de las diferentes medidas puestas en marcha. En la actualidad, las mujeres representan el 80% de nuestra plantilla y más del 70% de nuestros mandos intermedios y equipo directivo.
Nuestro plan de igualdad está formado por 33 medidas que se distribuyen en 11 áreas de actuación:
- Ordenación del tiempo de trabajo
- Derechos de la vida personal, familiar y laboral
- Comunicación, lenguaje e imagen no sexista
- Selección
- Promoción
- Riesgos y salud laborales
- Formación
- Representatividad
- Clasificación profesional
- Retribuciones – Condiciones de trabajo
- Prevención del acoso sexual y por razón de sexo
Todos los esfuerzos por poner en valor nuestro compromiso con la igualdad de oportunidades, la conciliación y el desarrollo integral de nuestra plantilla dentro de la organización, fueron reconocidos recientemente con el distintivo Marca Asturiana de Excelencia en Igualdad y el distintivo Óptima Castilla y León.
Así mismo, Femxa forma parte del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, contribuyendo y desarrollando iniciativas que tienen un impacto directo en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 en el ámbito interno y externo: impulsar el deporte femenino a nivel local y mejorar el desarrollo profesional y la empleabilidad de mujeres migrantes o en riesgo de exclusión social. En total, desde 2020, más de 40.000 mujeres han mejorado su cualificación profesional con Femxa.
¿Qué beneficios cree que aporta a la compañía?
Al margen de las obligaciones que establezca la legislación, una estrategia de igualdad y la implantación de medidas efectivas que la garanticen tienen un impacto muy importante en la organización.
Una apuesta clara por políticas de igualdad genera más rentabilidad, tanto económica como social, e influye directamente en la cultura empresarial, en la optimización de los recursos humanos y en el bienestar y compromiso de la plantilla .Nuestro equipo siente ese orgullo de pertenencia porque es consciente de que, desde la compañía, se realizan esfuerzos y se aplican medidas para lograr una igualdad real.