Un informe del Foro Económico Mundial (WEF) estima que, para 2025, 85 millones de puestos de trabajo desaparecerán debido a la digitalización y automatización, pero surgirán 97 millones de nuevos empleos que se adaptarán mejor al nuevo entorno entre humanos, robots y algoritmos.
En concreto, los avances tecnológicos en campos como la integración electrónica, las comunicaciones y los procesos productivos marcarán los avances de la industria 4.0, lo que en el mercado laboral se traducirá en una mayor demanda de perfiles expertos en tecnologías de la información y la comunicación y una mayor relevancia de perfiles relacionados con los sistemas de mantenimiento, entre otros. «Uno de los conceptos clave en la industria 4.0 es el de una mayor interacción entre las tecnologías de la información (IT) y las tecnologías de operaciones (OT), por lo que la industria necesitará perfiles expertos en tecnologías de la información y la comunicación para una correcta integración IT-OT», indica Joan Melià Seguí, organizador de la VI Jornada Industria 4.0 y profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC. Melià añade que, a raíz de la integración IT-OT, los responsables de sistemas de mantenimiento también estarán entre los puestos más demandados debido a su importante papel en esta industria.
«La constante monitorización de la maquinaria puede permitir el mantenimiento predictivo, que consiste en poder predecir una posible interrupción de servicio antes de que se produzca, lo que puede permitir planificar el mantenimiento de las infraestructuras clave y evitar pérdidas en el entorno de producción. Por eso los responsables de sistemas de mantenimiento serán importantes», explica el profesor de la UOC. Otros perfiles necesarios en la cuarta revolución industrial están relacionados con la integración de sistemas ciberfísicos, ciberseguridad, robótica o fabricación aditiva, además de otros perfiles «digitalizadores», en especial «perfiles polivalentes y con conocimientos transversales sobre temáticas como inteligencia artificial, cómputo en la nube, comunicaciones, sensores… Se buscan personas resolutivas con mucha curiosidad y grandes capacidades para los retos que nos deparan«, afirma Sergio Morales, profesor colaborador del máster de Industria 4.0 (interuniversitario: UOC, ESUPT).
Robótica colaborativa e impresión 3D
Entre los sistemas que irán adquiriendo cada vez mayor protagonismo en la cuarta revolución industrial se encuentra la robótica colaborativa, que se apoya en robots con capacidad para compartir la misma área de trabajo que el personal humano. Se trataría por ejemplo de un brazo robótico en una línea de producción, en la que el robot «colabora con el trabajador humano en las tareas en las que es más eficiente (por ejemplo, en una tarea en la que se necesite mucha fuerza o automatización), con lo que se permita al trabajador realizar una tarea de mayor valor añadido, pero no puede suponer una amenaza o riesgo para la salud del trabajador», explica Joan Melià.
Otra tecnología que marcará los avances en la industria 4.0 es la impresión 3D, una de las tecnologías habilitadoras de la transformación digital que los expertos consideran esencial en este escenario. «Es una tecnología que digitaliza la producción sin competir con las máquinas de grandes series; lo que se busca es complementar las tecnologías convencionales con series cortas y medias», afirma Sergio Morales. «La tendencia actual es la personalización masiva de productos, donde la impresión 3D encaja perfectamente. Además, aporta una solución a los problemas de logística y medioambiente actuales, ya que fabricamos lo que se requiere, y en el país o región donde se demanda, con lo que se evitan procesos logísticos y costes asociados», explica el profesor colaborador del máster de Industria 4.0 y el Tecnocampus de Mataró.
Retos de la cuarta revolución industrial
A pesar de que la industria 4.0 ya es una realidad, en opinión de los expertos aún se encuentra en un estado muy embrionario en la mayoría de industrias manufactureras, sobre todo las pymes. Por eso, uno de los retos que esta revolución tiene aún pendiente es una apuesta decidida de las empresas por ella, introduciendo recursos para poco a poco poder digitalizar procesos y lograr así que no queden relegadas. «La primera barrera ante la digitalización son las personas, y esto es lo primero que hay que superar para poder avanzar hacia una industria más inteligente y digital», afirma Sergio Morales.
Sin embargo, no es el único reto que afrontar. Como explica Arturo Sánchez, uno de los ganadores del premio al mejor trabajo final de máster (TFM) de Industria 4.0, «al haber tanta robotización, uno de los desafíos es lograr que el desplazamiento de las personas en pro de los robots no se convierta en un problema. Las personas que no tienen la especialidad que requiere la industria 4.0 tendrán que poder seguir trabajando, aunque sea en diferentes áreas».
Además, será necesario idear una red que soporte todos los sistemas que van a estar conectados, así como intentar descentralizar las fábricas. «Si empezamos a repartir microfábricas por todo el mundo en lugar de concentrarlas en un solo país, podría lograrse que todos esos empleados poco especializados puedan trabajar, y, al mismo tiempo, no tendremos problemas de suministros en un futuro, como ya ha ocurrido», indica Arturo Sánchez.