España se sitúa como líder europeo y pionero en implantar una regulación específica para la cadena alimentaria y líder en la Unión Europea en la creación de una normativa propia para el sector.
Así lo ha asegurado el director de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), José Miguel Herrero, durante la presentación del informe elaborado por la Unión Europea sobre regulaciones de las prácticas comerciales en la cadena alimentaria en los diferentes Estados miembros.
La normativa española ha servido como modelo a los países de Europa, que han establecido normas similares en sus respectivos Estados con el objetivo de lograr el equilibrio en las relaciones comerciales.
En concreto, los países que tienen modelos similares al español son Alemania, Eslovaquia, Francia, Italia, Portugal, Reino Unido y República Checa. Cinco de ellos (Eslovaquia, Italia, Reino Unido y República Checa, además de España), cuentan con una normativa específica para el sector, mientras que los otros tres disponen de leyes genéricas que se aplican a diferentes sectores económicos y no son exclusivas para la cadena alimentaria.
Además, en Eslovaquia, Francia, Portugal y Reino Unido existe un organismo específico similar a la Agencia de Información y Control Alimentarios de España, como autoridad de control.
El informe subraya que la legislación española ofrece cobertura a todos los eslabones, además de implementar instrumentos autorregulatorios, a través del Código de Buenas Prácticas Mercantiles.
El estudio destaca la labor de AICA por el número de inspecciones realizadas, los casos investigados y las multas propuestas por incumplimientos de la ley de la cadena alimentaria. De hecho, España es el Estado miembro que más sanciones propone, con una de las cuantías más elevadas de la Unión Europea.
Así, frente a las cerca de 2.000 inspecciones contabilizadas en España, concluidas con 38 expedientes con propuesta de sanción (a cierre del informe), Alemania inició 43 procedimientos, Portugal, 49, y alrededor de 20 en Eslovaquia. Por su parte, en Francia se controlaron operaciones en 3.810 establecimientos de todos los sectores económicos, no sólo de la cadena alimentaria.
En cuanto a las sanciones, la cuantía de las multas en España oscila entre 3.000 y el millón de euros, mientras que en Francia alcanza los 2 millones y en Alemania un millón de euros. La multa en el Reino Unido puede llegar hasta el 1% de la facturación, y hasta el 10% en la República Checa.