La organización agraria Asaja ha apuntado este lunes a la crisis del vacuno de lácteo y a la progresiva pérdida de rentabilidad del sector como principales protagonistas del sector en el año 2015.
En su comunicado ASAJA considera que la crisis del sector lácteo ha sido «triste protagonista» de 2015, que termina «sin que se haya conseguido alcanzar un precio digno a pesar de las protestas y manifestaciones en las que se han volcado el sector y la sociedad en su conjunto como la Marcha Blanca».
«Tampoco se llevan buen sabor de boca los ganaderos de ovino de leche, que viven un momento complicado de precios para su producción, y lo mismo ocurre con los lechazos, cuyo precio permanece congelado desde hace décadas», señala Asaja, quien ha recordado que durante este año los insumos han subido y los productos agrícolas y ganaderos han bajado.
Tras asegurar que en la última década los costes de los medios de producción han pasado de significar el 30% de la producción final agraria al 50%, la organización se ha referido a la «subida ligera», de alrededor del 2%, de la renta agraria de Castilla y León en 2015 aunque, advierte, «este incremento puede llevar a engaño porque se partía de la renta de 2014, con una cosecha catastrófica».
En este mismo sentido, Asaja ha recordado que la mayor parte de los agricultores aún no han vendido el grano porque los bajos precios que se han ofrecido «han desanimado las operaciones» mientras que, «al otro lado de la balanza», han seguido subiendo los precios de fertilizantes, fitosanitarios, energía, maquinaria y reparaciones, entre otros.
El regadío «estuvo esta campaña asegurado» gracias a las nevadas de los primeros meses del año, la patata «tuvo un precio digno» tras la «debacle de 2014» y la remolacha, con la campaña todavía en curso, «puede alcanzar si nada se tuerce una producción histórica, siendo la estabilidad de precios, en un convulso contexto internacional, lo que más preocupa a los cultivadores».
CAMBIOS EN LA JUNTA
El presente año 2015 ha conllevado también un cambio en el equipo responsable de la Consejería de Agricultura y Ganadería fruto de las elecciones del pasado mes de mayo, lo que ha ocasionado un periodo de «puesta al día» y de «ajustes importantes».
Así, los objetivos de Agrohorizonte son ahora definidos como ‘Plataforma de la Competitividad’, y la «importantísima» Ley Agraria, pactada por todo el sector y refrendada en las Cortes, «está todavía en pañales», por lo que Asaja urge a su desarrollo, «que puede ser determinante para el buen funcionamiento de la cadena de valor y el control de los precios, así como para el avance de infraestructuras y concentraciones parcelarias».
La organización agraria hace una lectura «positiva» de la colaboración entre los departamentos de Medio Ambiente y Agricultura, «que parece que por fin están decididos a adoptar medidas concretas que permitan una quema de rastrojos controlada y eficiente, así como un vuelco en el sistema de protección del ganadero frente a los ataques de la fauna, en especial del lobo».
LA BUROCRACIA
También en el año que está a punto de concluir los agricultores y ganaderos han presentado su primera solicitud del nuevo periodo de la PAC, que ha conllevado la realización de unos papeles y cuantías concretas «en las que se aprecia en términos generales un ligero retoque a la baja en las ayudas agrícolas, que se traduce en un apoyo algo mayor a una ganadería siempre en el filo y con crisis casi permanentes».
En términos generales, la mayor parte de la gestión se ha efectuado «con complicación pero sin mayores problemas» y Castilla y León ha sido la primera autonomía en abonar los pagos pese a que hay un porcentaje «importante», de alrededor del 15 por ciento (unos 10.000 agricultores) que por problemas mayoritariamente burocráticos y mínimos no han percibido la ayuda, «lo que causa graves problemas de liquidez para afrontar los gastos del día a día de la explotación», subraya el presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo.
«En Bruselas no han comprendido cómo son los pastos aquí, donde no hay praderas como en otras partes de Europa, sino que el ganado pasta en pendientes y laderas o en espacios donde hay árboles, como la dehesa», indica Dujo en referencia al coeficiente de admisibilidad de pastos.
También fue 2015 el año de estreno del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020, a su juicio «peor que el anterior, más complejo e inseguro, principalmente porque exige una mayor cofinanciación a las arcas autonómicas».