La profunda transformación del sector logístico en Europa no es solo consecuencia de los cambios generados por la pandemia, sino también de una conexión cada vez más patente con las nuevas tendencias del comercio electrónico.
La satisfacción del cliente se ha convertido en el núcleo de las compras online: variables como el precio, la variedad de productos y la rapidez de entrega son factores determinantes a la hora de decantarse por un comercio electrónico u otro.
Pero sin duda, la velocidad parece ser la palabra clave en estos momentos para el sector. Muestra de ello, es la aparición de una nueva generación de comercio electrónico: el denominado Q-commerce o Quick commerce. Pero, ¿qué es el q-commerce, cuáles son sus ventajas y de qué manera contribuye a mejorar la logística de proximidad?
Quick commerce, la innovación del e-commerce nunca ha sido tan rápida
El quick commerce representa la tercera generación del comercio electrónico o más bien la nueva frontera del sector. De hecho, a diferencia del comercio electrónico tradicional, el quick commerce garantiza al cliente entregas muy rápidas: de 15 minutos a 2 horas. Nacido inicialmente en el sector de la alimentación y para cubrir necesidades básicas durante la pandemia, poco a poco ha ido involucrando a más y más sectores. Su fuerza radica en una red capilar de almacenes locales en áreas adyacentes a las de compra. La entrega de productos, por tanto, se realiza de forma rápida por la proximidad a los almacenes logísticos, por el uso de los medios utilizados para las entregas (principalmente e-bikes, patinetes eléctricos o bicicletas) que no se ven afectados por el tráfico de las grandes ciudades y, por supuesto, por una tecnología cada vez más orientada al consumidor que, a través del big data, permite un análisis en profundidad de las preferencias de los consumidores.
Las ventajas del ‘quickcommerce’
Las principales ventajas del ‘quick commerce’, tanto para los consumidores como para las empresas y PYMEs que utilizan esta herramienta son:
- Velocidad y calidad
El primer factor a considerar es la rapidez de las entregas: para el consumidor es una de las variables más relevantes en la elección del comercio electrónico. Según un estudio reciente de Packlink, el 55% de los españoles cree que la velocidad de entrega es una característica importante a la hora de elegir un comercio electrónico. La encuesta señala que los más “impacientes” a la hora de recibir entregas son los manchegos (76%), canarios (63%) y gallegos (58%).
Además, el quick commerce pone a disposición del usuario una gran variedad de productos, manteniendo la ventaja del consumo de proximidad. Quizás sean menos opciones en comparación con los grandes marketplaces o el comercio electrónico tradicional, pero está garantizada una mayor calidad.
- Logística de proximidad e inclusión
A través de los almacenes repartidos localmente en las inmediaciones del cliente, el comercio rápido es capaz de cubrir las entregas que se realizan más rápido y de manera más eficiente. Por lo tanto, esto se convierte en un incentivo incluso para que las pequeñas empresas locales participen en este proceso. La pequeña librería del barrio, el restaurante de la esquina de casa o la tienda de teléfonos se convierten ahora en parte activa del proceso, sin correr el riesgo de ser aplastados por los gigantes del sector. Esto permite, por lo tanto, forjar alianzas entre las plataformas logísticas y las pequeñas empresas de la zona, con una democratización del comercio en línea.
El impacto del comercio rápido en el medio ambiente: movilidad sostenible
Según el último estudio de Packlink, el 75,6% de los encuestados tiene en cuenta el compromiso medioambiental y social de una marca en su elección de compra onliney el 63,9% asegura que estaría dispuesto a pagar un precio extra por un embalaje de paquetes y envíos que fuera respetuoso con el medioambiente, lo que demuestra que conceptos como la sostenibilidad y el impacto medioambiental está cada vez más en el centro de las elecciones de los consumidores.
El comercio rápido fomenta el uso de vehículos eléctricos como e-bikes, patinetes y ciclomotores eléctricos, reduciendo las emisiones de CO2 y, precisamente por su naturaleza, se concentra en áreas geográficamente más pequeñas, reduciendo la distancia entre los almacenes y el cliente final. De esta manera, se mejoran las entregas de última milla, con ahorro de combustible y un menor porcentaje de contaminación del aire.
Una cuestión muy a tener en cuenta ya que, según estimaciones de Statista, el número de vehículos de reparto a nivel mundial pasará de los 5.3 millones actuales a 7.2 millones en los próximos diez años, lo que supondrá alcanzar más de 25 millones de toneladas de emisiones de CO2.
Iniciativas como La Hora del Planeta, impulsada por la organización ecologista WWF y que se celebrará a nivel global este sábado 26 de marzo, abogan por reducir a la mitad el número de estas emisiones para 2030, un aspecto para el que la mejora en la eficiencia de las cadenas de suministro y la incorporación de flotas de vehículos eléctricos es fundamental.
“El quick commerce está dando sus primeros pasos y en su evolución natural estará la incorporación de los pequeños y medianos negocios locales, además de contribuir a la sostenibilidad medioambiental. Esto puede tener un impacto no solo para una recuperación y crecimiento a largo plazo, sino también para experimentar nuevos horizontes y repensar la estructura de la red logística. Todo apunta a que el quick commerce será un pilar fundamental en el sector del comercio electrónico en los próximos años”
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