Nuestra cultura social y profesional es reacia a que destaquemos y nos hagamos valer de una manera natural y eficaz. Las generaciones más jóvenes han nacido y conviven con las redes sociales de una manera innata, lo que les hace desarrollar las habilidades de comunicación y marketing personal. Sin embargo, a muchos profesionales senior este campo les resulta desconocido, incómodo y a veces hostil.
¿Qué pasa cuando un profesional no sabe identificar y transmitir su valía y su valor diferencial? Sencillamente es invisible o es un zombie profesional que se presenta de una manera totalmente plana, aburrida, gris, sin distinción y cuyo mensaje olvidaremos cinco minutos después de haberlo recibido. ¡Una oportunidad perdida!
Muchos profesionales y directivos de primer nivel quedan fuera de juego cuando pierden su empleo. Otros están atrapados en su organización y posición porque no saben mover ficha.
Entre todas las técnicas de búsqueda de empleo y posicionamiento en el mercado laboral, hay una que resulta absolutamente imprescindible y es saber transmitir nuestro valor diferencial como profesional. En estos tiempos, todo profesional debe ser capaz de contestar a estas 3 preguntas clave, independientemente de su situación:
- ¿En qué soy un profesional diferente y único?
- ¿Qué resultados consigo con ello?
- ¿Qué método uso y cómo lo aplico?
Responder a estas preguntas y saber hacerlo de forma clara, concisa, original y con naturalidad es una prioridad en la que invertir todo el tiempo necesario antes de dar cualquier paso en el mercado laboral. Y conviene transmitirlo en cada canal y formato: en el CV y carta de presentación, en una entrevista presencial o conversación online, en el perfil de LinkedIn o red profesional…
Siempre y en cada oportunidad tenemos que dar respuesta a estas tres mismas preguntas adaptando el mensaje a nuestro interlocutor o receptor, y de manera estratégica. Sólo cuando tenemos el valor diferencial definido y trabajado es el momento de iniciar una búsqueda de empleo o perseguir una mejora profesional. Antes es perder el tiempo y malgastar oportunidades.
Ya lo decía Séneca: “No hay viento favorable para quien no conoce el rumbo.” Y como muestra, un botón de una buena presentación de una candidata:
“Mis proyectos destacan por tener márgenes de rentabilidad superiores al 18%, entendiendo y convergiendo los intereses y necesidades de todas las personas en cada fase de desarrollo e implantación. Mi formación en coaching me permite ayudar a cambiar las creencias limitantes que hacen que cada uno de los que trabajan conmigo alcance su máximo potencial.”
Si te fijas las 3 preguntas planteadas han sido contestadas directamente y siguiendo las pautas de claridad, brevedad, originalidad y naturalidad. ¿Cómo crees que atenderán y recordarán a esta profesional?
¿Conoces cuál es tu valor diferencial? ¿Tienes claras las respuestas a estas preguntas y puedes transmitirlo en 3-5 líneas? ¡Enhorabuena! Y si no es así, no desesperes, sólo sé consciente de que todo profesional tiene un valor diferencial, identifica el tuyo y transmítelo. ¡Destaca y hazte relevante profesionalmente! Depende de ti.