La inflación subyacente aumenta ligeramente su tasa de variación en tres décimas hasta el 1,0% interanual. Por componentes, los precios de los servicios aumentan su ritmo de variación en tres décimas hasta el 0,9%, los precios de los bienes industriales sin productos energéticos aumentan una décima su tasa de variación hasta el 0,7% y los alimentos con elaboración, bebidas y tabaco aceleran su tasa de variación tres décimas hasta el 1,5%.
Los precios de los alimentos sin elaboración disminuyen en un punto su tasa de variación interanual hasta el 1,6%.
Los precios energéticos constituyen el componente más inflacionista del IPC, con una tasa interanual del 28,8% (23,5% en agosto). De hecho, la misma tasa para el IPC sin productos energéticos es del 1,1% en septiembre. En concreto, los precios de los carburantes, junto con los de la electricidad y de los combustibles líquidos mantienen ritmos de crecimiento muy elevados. En septiembre el precio del crudo se situó en 74,4 dólares/barril, y en los primeros días de octubre el precio ha seguido subiendo y se sitúa de media en 82,5 dólares/barril, que de mantenerse supondría un encarecimiento del 107,3% en términos interanuales. Las previsiones apuntan a que el precio se mantendrá relativamente estable durante los próximos meses, por lo que seguirá presionando al alza la inflación, reduciéndose a partir de diciembre.
En la inflación actual hay un fuerte componente de efecto base, ya que en 2020 los precios cayeron hasta el mes de diciembre. En este contexto es importante tener en cuenta no solo la inflación interanual, sino también la inflación acumulada desde el inicio de 2020, que para el índice general es del 2,5% y en el caso de la subyacente es el 0,3%.
Las empresas están asumiendo importantes costes de producción, que apenas se están trasladando a los precios finales, como muestra una inflación subyacente muy moderada. Todo esto implica una reducción significativa de los márgenes empresariales en un momento delicado para muchas de ellas tras meses de crisis y restricciones a la actividad.
De cara a los próximos meses, a pesar del comportamiento alcista de los precios de las materias primas, se espera que su impacto sobre la inflación sea transitorio y se vaya reduciendo, lo que unido a que la subyacente continuará en niveles muy bajos, serán factores moderadores de la inflación en la última parte del año.