La mayoría de países apoya la inversión y el crecimiento de empresas familiares con una carga fiscal reducida en las sucesiones y donaciones, según el informe ‘Global family business tax monitor’ elaborado por la consultora KPMG.
En concreto, se están aplicando tipos fiscales reducidos o elevadas deducciones o exenciones a las transmisiones de estas compañías a la siguiente generación, aunque las exenciones y desgravaciones suelen exigir una estructuración inicial compleja y el cumplimiento de determinadas normas.
En el caso de algunos países como España, es preciso cumplir una serie de condiciones para poder aplicar los diferentes beneficios fiscales, incluido un periodo de tiempo mínimo durante el que el donante debe mantener las participaciones antes de la donación y otro durante el que debe continuar el negocio después de la transmisión.
No obstante, la carga fiscal en herencias y donaciones puede variar de forma significativa entre países, pero en aquellos en los que los tipos impositivos son más altos suelen existir deducciones o fórmulas para aplazar el pago de dichos impuestos.
Del informe se desprende que a pesar de la existencia de diferentes regímenes fiscales entre países, en general existe interés por parte de los legisladores en asegurar la permanencia de este tipo de sociedades a lo largo de las siguientes generaciones.
Sin embargo, tal y como se explica en el estudio, el dilema se presenta cuando países de elevada y baja tributación comparten fronteras, ya que los propietarios se plantean el traslado de la compañía.
Según explica el director del área fiscal de Empresa Familiar de KPMG Abogados, José Luis Fernandez-Picazo, en el caso español este fenómeno de territorios con alta y baja tributación no se produce. La tributación en las distintas comunidades autónomas es bastante similar.