El ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos, ha calificado este miércoles de adecuada y equilibrada la decisión de la Unión Europea de dar un año más de margen a España para cumplir con el déficit, ya que va en línea con «lo que había planteado el Gobierno español», aunque ha matizado que será responsabilidad del Gobierno central que surja de las elecciones del 26 de junio.
En declaraciones a la prensa antes ha añadido que el retraso hasta julio en la decisión de la UE sobre si multa a España por incumplir el déficit de 2015 «no es un tema relevante en estos momentos», sino que lo es la nueva senda de déficit público.
Ha incidido en la independencia de las instituciones comunitarias, pero se ha mostrado «convencido» de que no habrá multa porque tendrán la sensibilidad de valorar el esfuerzo realizado hasta ahora por España para reducir el déficit, su crecimiento económico –que aporta el 30% del crecimiento de la zona euro– y su situación política.
Ha repasado que los planes de Bruselas para España prevén una reducción del déficit hasta el 3,6% este año, similar al 3,7% que se fijó el Ejecutivo español, pasando al 2,5% en 2017 (España había planteado el 2,9%): «La diferencia fundamental es que un Gobierno en funciones no puede tomar medidas para 2017, El siguiente gobierno tendrá que tomar esas medidas que forman parte del procedimiento de corrección del déficit excesivo».
Ha recordado que Bruselas exige una reducción del déficit del 0,5% a todos los países que deben combatirlo, y que en el caso de España, eso equivale a unos 5.000 millones de euros.
CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DEUDA
De Guindos ha afirmado que la economía española «continúa con inercia a pesar de las incertidumbres políticas y de la desaceleración europea y mundial», y ha restado importancia a que la deuda haya superado el 100% del PIB, y ha asegurado que, igual que ocurrió en 2015, el peso de la deuda continuará decayendo en 2016 por la reducción del déficit público y por el crecimiento de la economía española en términos nominales en torno al 4%.
Ha argumentado que la deuda ahora ha aumentado porque las emisiones del Tesoro se concentran al inicio del año, mientras que las amortizaciones de deuda se reparten a lo largo de todo el año: «Hemos acelerado muchísimo las emisiones del Tesoro para aprovechar los bajos tipos de interés».
