Proporciona una mayor flexibilidad para los empleados y hace que sean más productivos: con la revolución del teletrabajo, cada vez más empresas permiten que sus trabajadores lleven a cabo sus tareas desde casa. A nivel europeo, según Eurostat, un 35% de empresas apuestan ya por el trabajo en remoto.
Aunque este porcentaje sea más bajo en algunos países (la media de la Unión Europea de ocupados que trabajan desde casa está en el 12%, mientras que en el Reino Unido el dato es del 25%), la tendencia es clara, y las empresas que aún se resisten a abrazar elteletrabajo dudan por motivos de seguridad.
Si los empleados manipulan datos desde sus casas, las compañías no tienen tanto control sobre las medidas de protección, y por ello temen que se produzcan pérdidas de información.
El temor es lógico. No en vano, un entorno doméstico puede llegar a ser mucho más peligroso que el corporativo, en el que el propio software de los servidores ofrece garantías de seguridad.
Los riesgos existentes son, en realidad, muchos y muy variados. La pérdida de datos puede producirse de diferentes formas: un fallo en el equipo que borre archivos de los que no hay una copia de seguridad puede ser fatal, así como el robo de una contraseña o incluso el del equipo en sí, que puede hacer que el ladrón termine con información empresarial confidencial en su poder.
No obstante, el teletrabajo no tiene que ser sinónimo de peligro. Eso sí, para que las empresas permitan que sus empleados se lleven trabajo a casa con total tranquilidad, primero es imprescindible que exista un protocolo que establezca cómo actuar al trabajar en remoto en lo que a seguridad se refiere.
En concreto, existen un par de medidas con las que los trabajadores pueden evitar sustos. Para empezar, el uso de escritorios remotos es una posible solución: con ellos se evita una posible pérdida de información, ya que permite al empleado conectarse directamente con el servidor de la empresa, en el que se almacenará la información, de la que se harán copias de seguridad de forma automática.
Contraseñas y cifrado
Otro punto clave para que el teletrabajo sea seguro son las contraseñas. El robo de la que utilizan los empleados para acceder a la red de la empresa de forma remota puede resultar dramático, ya que pondría en bandeja a los ciberdelincuentes una gran cantidad de información.
Más allá de la contraseña del servidor corporativo, los trabajadores que desempeñen su función desde casa deben tener en cuenta que, a la hora de utilizar servicios y herramientas en la nube, es importante seguir ciertos consejos para construir contraseñas seguras y fiables: no repetir contraseña, cambiarla cada cierto tiempo y utilizar un gestor de contraseñas es fundamental para evitar que nos las roben.
No obstante, las contraseñas no siempre son suficientes. Si bien un escritorio remoto es útil para evitar almacenar información corporativa en el ordenador de tu casa, en ocasiones es inevitable guardar algo en el equipo.
En este caso, además del uso de contraseñas seguras, es importante cifrar la información confidencial. Así, se evita que la pérdida (o el robo) del portátil suponga también el robo de datos. Cifrando archivos concretos a través del sistema operativo o cifrando el disco duro al completo, se acaba el riesgo.
De una forma u otra, el teletrabajo crece a un ritmo imparable gracias a la tecnología, pero no debe hacerlo a costa de la seguridad: la propia tecnología ofrece las herramientas para que los datos no corran peligro mientras los empleados trabajan en casa.