En su caso, lo más lógico sería que el socio que no va a continuar en el negocio venda sus participaciones a los que continúen en la sociedad, para no incurrir en muchos gastos.
Los gastos de disolución y liquidación serán a cargo de la propia sociedad, por lo que tendrán que hacer una provisión de tesorería para su pago. Por el contrario, las adjudicaciones de bienes a los socios correrán a cargo de cada socio.
En cuanto al nombre, si disuelven y liquidan la sociedad, tendrán que constituir una nueva con otro nombre.
Como sabe, los notarios asisten a los empresarios en diversos momentos de la vida de la empresa, desde su constitución, crecimiento y desarrollo, hasta su disolución. Consulte todos los detalles de su caso con el que libremente elija.