El año 2021 que acaba de empezar estará marcado por los nuevos Presupuestos Generales y por los coletazos económicos de la crisis de la Covid-19.
En el ámbito tributario, 2020 ha estado marcado por la crisis sanitaria que obligó a modificar el calendario del contribuyente contemplado por la Agencia Tributaria: el aplazamiento del primer trimestre fiscal y las medidas tributarias extraordinarias del Real Decreto-ley 8/2020 han marcado el ejercicio que acaba de finalizar.
Desde el área de Derecho Fiscal del Bufete Mas y Calvet, destacan algunos de los puntos más relevantes en materia tributaria para 2021:
Impuesto de Sociedades
No hay rebajas en el Impuesto sobre Sociedades, a pesar de que en el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Podemos se incluía una rebaja del 25 al 23% para las pymes. Algo que, sin duda, sería de gran ayuda en estos momentos tan difíciles para numerosas pequeñas y medianas empresas.
Las Socimi, empresas que tienen patrimonio inmobiliario en alquiler y que estaban exentas de pagar el Impuesto de Sociedades, a partir de 2021 tributarán con un tipo mínimo del 15%.
También se reduce el porcentaje exento que figura en el artículo 21 de la Ley del Impuesto de Sociedades para dividendos y rentas derivadas de la transmisión de participaciones en entidades tanto residentes como del extranjero. Ahora será del 95% en lugar del 100%, por lo que estas rentas tributarán al 5% por gastos de gestión de la participación. Esta reducción de la exención no se aplicará cuando la cifra de negocio no supere los 40 millones de euros.
Nuevos tramos de IRPF
Según el proyecto de Ley, este año se crearán nuevos tramos de IRPF a nivel estatal. En las rentas generales, habrá un incremento de dos puntos en el gravamen para la base imponible general a partir de 300.000 euros, hasta alcanzar el 24,5%. En cuanto al ahorro, la subida será de tres puntos, hasta el 26%, para rentas de capital que superen los 200.000 euros. La escala aplicable de retenciones también se modificará.
También se reducen las desgravaciones de los planes de pensiones. Los beneficios fiscales a partir de 2021 se aplicarán únicamente para los primeros 2.000 euros aportados, frente a los 8.000 que estaban vigentes hasta finales de 2020.
Y se incrementan los beneficios fiscales en los planes de pensiones de empresa.
Novedades en régimen de módulos
Aunque los límites actuales se mantienen en este nuevo ejercicio, quienes no hayan estado atentos a respetar estos límites en 2020 tendrán que pasar a estimación directa en 2021. De hecho, si se sobrepasan, el contribuyente no podrá tributar por el régimen de módulos en los tres años siguientes, es decir, en 2021, 2022 y 2023, tal como recoge la Orden HAC/1155/2020, de 25 de noviembre.
Impuesto sobre el Patrimonio
En el tramo estatal, el impuesto pasará del 2,5 al 3,5% para grandes fortunas, es decir, para las que superen los 10 millones de euros. Al ser un impuesto que está cedido a las comunidades autónomas, este incremento solo se aplicará en aquellas que no hayan aprobado sus propios gravámenes autonómicos.
No obstante, la idea a medio plazo del actual Gobierno es homogeneizar y consolidar este impuesto (para que no tenga la necesidad de prorrogarlo año a año), que empezó siendo un tributo meramente censal, a los efectos de evitar que las Comunidades Autónomas puedan bonificarlo al 100%.
Novedades en el IVA
Este año también aumenta el IVA para las bebidas azucaradas y edulcoradas, que pasa del actual 10% al 21%, una medida con la que el Gobierno espera recaudar cerca de 340 millones de euros, según ha trascendido en varios medios. En el sector asegurador, habrá un incremento del impuesto sobre las primas de seguros, que pasa del 6 al 8%. Y en el Impuesto sobre hidrocarburos, se reduce la bonificación del diésel. Además, se introducen nuevos epígrafes en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).
Por otra parte, los servicios prestados en Canarias, Ceuta y Melilla se considerarán realizados fuera de la Comunidad a efectos de la regla de cierre para la localización de determinados servicios incluso si su explotación efectiva se realiza en el territorio de aplicación del impuesto.
Y las tasas de cuantía fija aumentarán en un 1% su importe, salvo para las que se hayan creado o actualizado en 2019 o las tasas sobre el juego.
Los impuestos más mediáticos
El Impuesto sobre determinados Servicios Digitales y el Impuesto sobre Transacciones Financieras, más conocidos por sus nombres coloquiales de Tasa Google y Tasa Tobin, se han tramitado al margen de la Ley de Presupuestos.
El primer tributo pretende gravar con un tipo del 3% a las corporaciones con ingresos anuales de al menos 750 millones de euros a nivel mundial y de tres millones en España, con el foco puesto en la publicidad en línea, intermediación online y venta de datos o metadatos. Las últimas estimaciones del Gobierno calculan una recaudación de poco menos de 970 millones de euros anuales. Y en el caso de la Tasa Tobin, que grava con un 0,2% la compraventa de acciones de las empresas españolas con una capitalización superior a los 1.000 millones de euros, se prevé una recaudación en torno a 850 millones al año, según las estimaciones del Ejecutivo.
Pero también se implementan otros gravámenes novedosos, como son el Impuesto sobre residuos en vertederos e incineración y el Impuesto sobre envases de plástico.
Presupuestos con gasto expansivo
El próximo año estará marcado por el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE), que aumenta el gasto público, que se financiará por medio de un incremento de impuestos del 13%. La subida impositiva afectará, según los responsables del Ejecutivo, a las rentas más altas. Pero claramente tendrá un impacto en el consumo y, por tanto, en la economía general.
¿Y el apoyo a las pequeñas empresas? Quizás se ha perdido una oportunidad para adoptar medidas que tengan un efecto reactivador de la economía y de apoyo a los sectores que peor lo han pasado. Algunos países de la Unión Europea llevan la delantera con una bajada de impuestos, ayudas e incentivos que buscan apoyar a los autónomos y pymes, especialmente de las industrias que más han sentido el impacto económico de la pandemia. Los incentivos son ahora más necesarios que nunca para reactivar la economía.
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