Sólo el 8% de las compañías industriales españolas considera que se encuentra en un nivel de digitalización avanzado, un 25% por debajo de la media global que se sitúa en el 33%, según el informe ‘Industria 4.0’ elaborado por la consultora PwC.
En este sentido, las empresas industriales españolas están por detrás de las del resto del mundo en digitalización y la velocidad de este proceso en los próximos años será menor en España que en el resto de países.
Por otro lado, las compañías industriales invertirán en el mundo 907.000 millones de dólares (797.206 millones de euros) hasta 2020. Ese año se espera que el 72% de las empresas industriales a nivel global estén digitalmente avanzadas, frente al 19% de las españolas.
Las empresas del sector están digitalizando las funciones esenciales dentro de su cadena de valor interna, así como con sus socios comerciales a lo largo de la cadena de suministros, con el objetivo de ahorrar un 3,6% anual en sus costes operativos hasta el año 2020.
Entre las ventajas que en el estudio se destacan de la digitalización en este sector están el incremento añadido de los ingresos, la reducción de los costes o el aumento de la eficiencia.
«La primera razón que debería impulsar a las compañías industriales española a acometer procesos de digitalización tiene que ver con la mejora de la eficiencia y el aumento de la productividad, integrando y mejorando la gestión de las cadenas colaborativas de valor entre empresas», ha explicado el socio de PwC especializado en el sector industrial, Charles Kirby.
En palabras de Kirby, la digitalización e interconexión de productos y servicios puede ayudar a las empresas a alcanzar sensibles incrementos de sus ventas.
FALTA DE CULTURA DIGITAL Y FORMACIÓN
Entre los principales obstáculos que están ralentizando la digitalización de las compañías industriales españolas destaca que para el 72% de los directivos españoles encuestados existe falta de cultura digital y de formación adecuada en el país.
Además, para el 64% otro problema es la ausencia de una visión clara de las operaciones digitales y del liderazgo de la alta dirección, mientras que el 56% considera que existe un conocimiento confuso de los beneficios económicos de invertir en tecnologías digitales.