La Comisión Europea ha corregido este martes las previsiones económicas enviadas por España la semana pasada a Bruselas para los próximos años y ha concluido que tampoco cumplirá en 2017 el objetivo de colocar el déficit por debajo del 3%, tal y como se comprometió a hacer con la UE para este año.
El Ejecutivo comunitario prevé que España sumará un 3,9% de déficit este año, tres décimas por encima del cálculo del Gobierno, y que será del 3,1% en 2017, cuando Madrid espera haberlo rebajado al 2,9%.
Ello contradice la posición defendida por el ministro de Economía, Luis de Guindos, que plantea que es suficiente un año de prórroga para recolocar las cuentas en las cifras comprometidas con la UE.
Bruselas también enmienda los cálculos de crecimiento y lo sitúa en un 2,6% en 2016 frente al 2,7% del Gobierno, si bien es más optimista de cara a 2017, para el que pronostica un alza del PIB del 2,5% en lugar del 2,4%.
Las previsiones económicas presentadas este martes por el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, serán la base para decidir en las próximas semanas si abre el expediente sancionador a España por incumplimiento y exigir al Gobierno medidas adicionales para corregir el desvío.
Bruselas advierte de los riesgos para la cuentas españolas por la «necesidad» de medidas de ajuste adicionales para corregir el desvío en la reducción del déficit en 2015, «sumado» al riesgo de una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento «por la incertidumbre que rodea a la formación de un nuevo Gobierno».
El Ejecutivo comunitario considera que el crecimiento de la economía española será «robusto», pese a que «seguirá relajándose», ya que se apoyará en una creación «sostenida» de empleo y en la bajada del desempleo. También ayudará la mejora de las condiciones de financiación y una caída de los precios del petróleo.
Las cifras comunitarias corrigen también los datos de empleo del cuadro macroeconómico que se aprobó el viernes en el Consejo de Ministros, ya que estima en un 20% el paro en España el próximo año (frente al 19,9% que prevé el Gobierno) y lo sitúa en un 18,1% en 2018 (cuando Moncloa calcula un 17,9%).
En sus conclusiones, la Comisión espera que la caída de los precios de la energía mantenga en negativo la inflación a corto plazo, mientras que confía en que el déficit de las administraciones públicas se reduzca, principalmente gracias a la recuperación económica.