Los sellos COVID FREE son “un engañabobos”, la desinfección con cañones de ozono “no sirve” y los test PCR “ solo dan una foto fija, no garantizan nada para el momento posterior”.
Así de tajante se ha mostrado el Vicepresidente Segundo y Consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, en el transcurso del webinar organizado por la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX), bajo el título ‘#CompromisoEmpresarialXlaSalud: Análisis de las medidas de prevención en los lugares de trabajo y locales públicos’ que tuvo lugar en la tarde de ayer. Junto a Vergeles, han participado en la jornada Pilar Guijarro, Directora General de Salud Pública; Francisco Martín Santamaría, Director Regional Sur de Bureau Veritas, y José Luis Llerena Ruiz, Director del Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario CTAEX, ejerciendo como moderador Javier Peinado, Secretario General de la CREEX.
En su presentación, Peinado ha destacado el contacto “estrecho, leal y efectivo” que se ha venido manteniendo con la Consejería de Sanidad y el resto de departamentos de la Junta durante todo este periodo, en el seno del diálogo social, “donde hemos visto el equilibrio entre las medidas necesarias para proteger la salud y las que ayudaban a las empresas a poder recuperar la actividad”. En una primera batería de cuestiones, el Secretario General de la CREEX ha planteado el valor real de distintivos como COVID FREE y la fiabilidad de protocolos y procedimientos como el ozono, los geles hidroalcohólicos, la desinfección de alimentos o las guías de buenas prácticas. “En suma –ha resumido—se trata de conocer hoy en qué procesos y procedimientos merece la pena que las empresas inviertan, porque son eficaces, y porque ahora más que nunca la eficacia en el gasto es esencial”.
En su turno de palabra, Vergeles ha destacado en primer lugar cómo, cuando se vio que la crisis sanitaria derivaba inevitablemente a una crisis social y económica, “desde la Junta vimos que cuanto antes atajásemos la crisis sanitaria, antes podríamos afrontar la recuperación, y esa fue la guía para nuestras acciones”. En este tránsito, el Consejero de Sanidad ha apuntado que este avance ha sido posible “gracias a toda la sociedad, pero especialmente a empresas y autónomos, que siempre han ayudado en la desescalada”. En cuanto a la situación actual, la ha definido como “una nueva normalidad, que es vivir lo más normal posible sabiendo que tenemos aquí al inquilino, que debemos acostumbrarnos a convivir con él y mantenerlo a raya, ¿durante cuánto tiempo?, hasta que aparezca vacuna o tratamiento. Ahora es el momento de medidas no farmacológicas”.
Entrando de lleno en las cuestiones planteadas, Vergeles ha sido claro: “el sello COVID FREE es, y lo diré aquí y donde sea, un engañabobos, que no sirve y genera falsa seguridad, porque un establecimiento puede acreditar que sigue los protocolos de prevención, pero no que está libre de virus, porque en cuanto entre una persona que lleve el virus, ya no es COVID FREE, eso es falso”. Igualmente contundente fue con los distintos productos que están apareciendo para la limpieza y la higiene de establecimientos: “en la web del Ministerio de Sanidad pueden verse los productos que sirven, los virucidas, y ahí veremos que en su mayoría son lejía diluida con agua, nada más”. Para rematar estas cuestiones, ha abordado la desinfección con ozono, de manera también clara: “para que el ozono fuese efectivo como virucida debería ser usado en concentraciones tóxicas para el ser humano, así que esa desinfección no sirve como se está haciendo”.
Asimismo, el Consejero de Sanidad ha aludido a la realización de test PCR o de anticuerpos: “se entiende que cuando se empezó a retomar la actividad en las empresas se hiciesen los test, para que no se incorporasen trabajadores que podían tener el virus, pero hay que tener claro que son solo una foto fija, no garantizan lo que pasará mañana, una persona puede dar negativo hoy e infectarse al día siguiente, y sobre los anticuerpos no hay evidencias científicas aún de cuánto tiempo se mantiene esta ‘protección”.
Por todo ello, Vergeles ha insistido en que las medidas más fiables, las únicas fiables, pasan por organizar el trabajo para que se puedan mantener distancias de un metro o uno y medio “y si no se puede, usar mascarillas”, colocar mamparas y disponer de planes de contingencia por si surge algún caso, “y si surge, llamar al 112 para que el sistema sanitario oriente”.
Respecto a colectivos especiales, como los niños pequeños o las personas con discapacidad intelectual “donde medidas como el distanciamiento son difíciles de mantener”, ha indicado que se establece que estén en pequeños grupos, llamados ‘de convivientes’, “de manera que si surge algún caso sepamos enseguida qué personas han estado en contacto”.
Finalmente, y en lo que se refiere a las piscinas, ha aclarado que el agua “no transmite el virus, por lo que no hay que dar ningún tratamiento especial al agua”.
HIGIENE DE MANOS
Por su parte, Pilar Guijarro ha señalado que lo que pretende su departamento “es que se tengan claras las medidas generales, partiendo de que el virus se transmite por gotas, y entre todas las medidas –distanciamiento, mamparas, mascarillas…– la más importante es el lavado de manos, primero con agua y jabón, y luego con una solución desinfectante, eso es lo fundamental”.
En cuanto a la limitación de aforos, la Directora General de Salud Pública ha explicado: “lo que más le gusta a este virus son los sitios con mucha gente, muy juntas, en zonas cerradas, con poca ventilación y que ese contacto se mantenga por más de quince minutos, por tanto ya sabemos que tenemos que hacer lo contrario”.
Guijarro también ha comentado que para implementar medidas en las empresas, debe partirse de la actividad, tamaño e instalaciones de cada una. “Hay medidas generales, luego otras específicas según el sector, y por último, las de aplicación concreta a la empresa, que deben implementarse por el empresario, porque si se toman las medidas, no hay riesgo, pero es importante no dar pasos atrás: el virus no perdona ningún descuido, y evitar contagios es responsabilidad de todos”.
En referencia a los trabajadores, ha advertido que debe tomarse también la cuota de responsabilidad “y si se tiene algún síntoma, que son muy genéricos, hay que quedarse en casa y avisar a la empresa, para que el departamento de riesgos laborales asuma el procedimiento a seguir”.
LO IMPORTANTE ES EL PROTOCOLO, NO EL SELLO
En su turno, Francisco Martín ha asegurado que la prevención de contagios en las empresas “es cuestión comunitaria y de anticipación, contando con protocolos que ayuden a las organizaciones a ejercer su actividad conviviendo con el virus hasta que haya vacuna”.
Aludiendo a las certificaciones, el Director Regional Sur de Bureau Veritas ha explicado que lo que hay que genera “es confianza, no etiquetas”. En este sentido, ha comentado que Bureau Veritas ha desarrollado dos certificaciones, Global SafeSite y CleanSite, cuyo esquema es “establecer un procedimiento, un protocolo de actuación en un proceso iterativo, de repetición, que permita anticiparse a una situación con prácticas establecidas y claras, hacer que las organizaciones se doten de herramientas para estar un paso por delante, contar con planes de contingencia. Eso es lo que se puede certificar, que se tienen procedimientos adecuados, no que se está libre de virus, porque como muy bien se ha dicho, una organización puede estar libre hoy, pero no se sabe mañana”.
De este modo, ha indicado, “con protocolos claros y sistematizados, con planes de contingencia, con anticipación, se puede reforzar la seguridad, proteger a los trabajadores, mantener el negocio y preservar la reputación, que es también fundamental”.
LOS ALIMENTOS NO TRANSMITEN EL VIRUS
Por último, José Luis Llerena ha comenzado su intervención aclarando que los alimentos “no transmiten el virus, no son vehículos transmisores, y si hay riesgo es en la manipulación, y en costumbres como existen en tantos establecimientos, de que el cliente toque los productos frescos, la frutas y verduras, pero ese riesgo se evita lavando con agua y con una simple gota de lejía”.
El Director de CTAEX ha asegurado que la industria agroalimentaria, en los momentos más duros de la pandemia “ha sido la que ha asegurado la disponiblidad de alimentos sin descuidar la salud”. Desde el centro que dirige, ha añadido, se ha contribuido a esa seguridad, adaptando procedimientos que ya se utilizaban y están contrastados para, por ejemplo, usar la biología molecular en el análisis de superficies, de presencia de virus.
Llerena señaló que cualquier protocolo para la industria agroalimentaria debe incluir la identificación de puntos críticos, el análisis de presencia de virus en superficies y la aplicación de medidas correctoras.
“La tecnología que se usa es la misma que usamos para la salmonela o la listeria, y estamos a disposición de las empresas para ayudarlas a que cumplan los protocolos”, ha confirmado.
Como ejemplo de esta colaboración, el Director de CTAEX ha aludido a un estudio realizado para Promedio sobre detección de coronavirus en aguas residuales, “donde hasta ahora se han analizado 70 puntos, sin ningún positivo”, y ha añadido a modo de conclusión: “soy optimista, y creo que desde el trabajo complementario que cada uno realizamos y con responsabilidad, yendo todos juntos, saldremos de esta”.
La jornada, que se ha prolongado durante unas dos horas, la ha cerrado José María Vergeles, insistiendo en que el mejor sello de garantía “es tener protocolos sistematizados y dar información”, y felicitando “a empresas y autónomos por el modo en que están ayudándonos a avanzar en la desescalada”.