Las consecuencias en el mercado laboral de las medidas tomadas para combatir el COVID-19 han sido abrumadoras. La actividad económica se ha visto mayormente detenida para salvar vidas, y el efecto se ha hecho notar especialmente en determinados sectores.
La hostelería, la construcción y las actividades recreativas o de ocio han mostrado caídas de hasta el 5%. Hay que tener en cuenta que este retroceso no es igual en todas las actividades, pero es prácticamente general. Sólo la sanidad y los servicios sociales han aumentado sus asalariados.
Esta situación nos hace preguntarnos sobre el escenario en el que nos encontraremos tras la pandemia. El teletrabajo, que hasta ahora era visto de manera un tanto escéptica en nuestro país, se ha erigido como alternativa para las empresas, y el comercio electrónico ha experimentado un gran auge en las últimas fechas.
Carmen Mur, fundadora de Mur&Partners (consultoría de recursos humanos) apunta: ‘Esta crisis ha descolocado muchas cosas, para empezar, todas las empresas han visto la necesidad de digitalizar sus organizaciones, y esto ya no tiene marcha atrás’.
Por otro lado, apunta que aumentará la demanda de ingenieros, especialistas en ciberseguridad, robótica, expertos en marketing digital o blockchain, así como los especialistas en medicina preventiva.
Así mismo, señala que, si algo afectará a todas las industrias por igual, será la necesidad de formar a los trabajadores en las denominadas softskills, tema que desde WWProfessional hemos tratado en nuestro blog.
Creatividad, dotes de comunicación, dotes oratorias o storytelling o una mentalidad de desarrollo, son algunas de las denominadas softskills. “Aquellas empresas que cuenten con profesionales que dominen estas habilidades tendrán más productividad y alcanzarán una mayor cuota de mercado y serán más eficientes”, asegura Roel Koppens, director general en España de la empresa de e-learning, Goodhabitz.