Aproximadamente un mes después de que China lanzó la cuarentena más grande en la historia de la humanidad, con más de 700 millones de personas bajo bloqueo total o parcial en un intento de contener el nuevo coronavirus, el COVID-19 ahora se está propagando rápidamente en otros países, incluidos Corea del Sur, Italia e Irán.
No conocemos el alcance de esta nueva infección, pero tanto las personas como las empresa debemos estar preparadas.
En primer lugar, algo obvio: evita el contacto con otras personas si enfermas o presentas posibles síntomas.
En cuanto a prepararte para una hipotética cuarentena, lo primero es almacenar alimentos adicionales no perecederos. En caso de pandemia, se recomienda tener un suministro para dos semanas, ya que te puedes quedar atrapado en casa y, además, debido al riesgo de las interrupciones en la cadena de suministro, comprar alimentos puede resultar difícil incluso si estás sano. A diferencia de un desastre natural, no hay razón para que una pandemia te quite la electricidad, el gas o el agua, por lo que deberías poder cocinar como de costumbre.
Del mismo modo, si tomas algún medicamento, asegúrate de tener las dosis necesarias. Los expertos recomiendan desde una semana hasta un mes adicional de suministros. También aconsejan que si eres diabético, estás tomando tratamiento para la presión arterial, o necesitas inhaladores para el asma, te asegures de tener un suministro adicional para una semana. Incluso tiene sentido comprar medicamentos de venta libre adicionales, como analgésicos y antipiréticos, además de productos de limpieza para desinfectar las superficies.
Aunque algunos factores están fuera del control individual, debes tomar las medidas obvias para evitar enfermarte, como lavarte las manos con frecuencia, evitar a las personas enfermas, comer bien y dormir lo suficiente para mantener altas tus defensas.
En cuanto a las empresas, también deben prepararse para la posibilidad de que los empleados necesiten trabajar de forma remota en los casos en los que sea factible. Siempre es una posibilidad que los funcionarios de salud pública recomienden lo que llamamos “aislamiento social”, que es reducir la agrupación de personas. En algunos casos, los trabajadores podrían ir a las empresas, pero trabajando en turnos escalonados para que haya menos personas juntas en los espacios de trabajo. Es posible que las reuniones en persona debas realizarlas por videoconferencia y que tengas que reprogramar o cancelar conferencias o viajes internacionales.
Las empresas también deben asegurarse de que los empleados que están enfermos se queden en casa. La cuarentena en el hogar no funcionará si la gente tiene miedo de perder su trabajo.