Cada contrato de suministro de electricidad medio, de los 28 millones en España, que se pasa a una comercializadora de electricidad que sirve únicamente renovables supone al año un ahorro medio de emisiones de CO2 a la atmósfera de 2,02 toneladas de este gas invernadero. Para visualizarlo mejor: el equivalente a lo que contamina un coche de gasolina al día en un trayecto urbano de 15 Km de ida y vuelta. De hecho, bastaría con que un 1% de los contratos eléctricos en España pasara a una comercializadora verde para ahorrar al año nada menos que 507.000 toneladas de CO2, lo que emiten al día y durante un año unos 250.000 vehículos de gasolina en trayectos urbanos de ida y vuelta.
Por comunidades autónomas, ese 1% de suministros que se pasara a una comercializadora verde supondría un ahorro indirecto de emisiones de CO2 equivalente en Andalucía a 74.200 toneladas, 20.490 en Aragón, 21.146 en Asturias, 8.728 en Cantabria, 21.794 en Castilla-La Mancha, 26.396 en Castilla-León, 89.443 en Cataluña, 8.433 en Extremadura, 37.968 en Galicia, 3.165 en La Rioja, 54.486 en Madrid, 9.867 en Navarra, 32.535 en el País Vasco y 51.792 en la Comunidad Valenciana, sin contar Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla que se rigen mediante otra normativa eléctrica.
“Sin duda no hay una manera más fácil, sencilla, cómoda, eficaz, con más réditos para el medio ambiente y la mayoría de veces rentable económicamente de evitar emisiones de CO2 que contratar el suministro eléctrico con una comercializadora de energías renovables. Y eso vale también para la industria y para las pymes”, afirma Diego Montes, director gerente de
UniEléctrica. Eso sí, “sin olvidar que también se debe hacer mucho evitando malgastar la energía y recursos, y tener en cuenta los consejos para evitar el derroche, reducir el consumo, reutilizar y reciclar con otros gestos que están al alcance de todos”, puntualiza Montes.
El director gerente de Unieléctrica pone a su propia empresa como ejemplo de lo que una comercializadora verde puede aportar al reto de la transición energética y a la lucha contra el cambio climático. Así, en España, los 107 GWh servidos en los últimos doce meses a los clientes ha supuesto un ahorro indirecto de emisiones a la atmósfera de 158.853 toneladas de CO2, que siguiendo con la comparación supondría retirar de la calle diariamente y durante un año algo más de 79.400 vehículos de gasolina en trayectos urbanos de ida y vuelta de 15 Km.
Hay que recordar que en el año 2018, según recoge Red Eléctrica de España (REE) y el propio Ministerio para la TransiciónEnergética (Miteco), la demanda de energía total en la Península fue de 254,1 TWh (a los que hay que sumar otros 15,3 TWh de Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, que se rigen por otra normativa), una actividad que supuso el 17% de emisiones de CO2 a la atmósfera en España, en donde el transporte y la actividad industrial son las principales fuentes de CO2 hasta llegar a los 332,8 millones de toneladas de anhídrido carbónico que se vertieron el pasado año.
