La reciente implantación en las empresa del registro de jornada laboral nos da información sobre el número de horas que pasan los trabajadores en la empresa, pero no nos da pistas sobre lo que realmente están haciendo en sus puestos de trabajo.
Cada vez hay más personas completamente enganchadas a las redes sociales y las consultan y utilizan también durante sus horas de trabajo. Según el último informe Global Digital 2019 Reports, en el mundo hay 5.112 millones de usuarios de teléfonos móviles y 3.484 millones de personas activas en las redes sociales, con un aumento del 9% respecto al año anterior. En España, según un estudio de 40db para Uppers, el 90% de la población entre 45 y 65 años está en Facebook. En Instagram, de momento, un 37,7%.
ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES EN EL TRABAJO
Controlar esto es muy difícil ya que no depende del uso de internet en el trabajo, sino más bien del uso de los teléfonos móviles personales, algo muy complicado de controlar.
El trabajador adicto a las redes sociales dejará su trabajo a un lado y se meterá en las redes para comunicarse. Claro está que le costará terminar sus tareas a tiempo y es posible que deje algunas sin terminar o mal realizadas.
Son trabajadores que pasan más de seis horas al día conectados a sus redes sociales, lo que casi equivale a la jornada laboral. Lo habitual es que una parte importante de esas horas pertenezcan a las horas de la jornada laboral. Además, es necesario apuntar que no es algo que únicamente atañe a los trabajadores más jóvenes.
Por ejemplo, WhatsApp es, en muchos casos, una de las aplicaciones que más tiempo resta de la jornada laboral. Aunque se mantenga silenciada en el trabajo, una simple mirada en la pausa entre tareas puede hacernos perder una hora hablando en los grupos o chateando con algún contacto.
Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea son ladrones de tiempo de nuestro día a día. Esto provoca que tanto la cantidad y calidad de nuestro trabajo se resienta.
Si detectamos este tipo de comportamientos en nuestra empresa es necesario tomar medidas. En primer lugar, es importante que el propio empleado sea consciente del tiempo que pasa metido en las redes sociales para que pueda poner remedio. Si este primer toque de atención no es suficiente será el momento de realizar un control más exhaustivo de su trabajo para poner coto a este tipo de comportamientos.