El euro es, sin duda, una de las monedas que mueven el mundo. Aceptado a nivel mundial, se usa como alternativa al dólar en la gestión del precio de materias primas -incluso cuando cotizan en mercados lejanos- y tiene valor de conversión frente a cualquier otra moneda.
Como consecuencia, muchas empresas con exposición internacional deciden seguir gestionando sus flujos de caja en euros también para proveedores localizados fuera de la Zona Euro. ¿Compensa económicamente proceder así?
Desde AFEX explican que, aunque pueda parecer que ahorra quebraderos de cabeza, no compensa económicamente y genera trastornos, ya que un proveedor situado fuera de la Zona Euro que no tiene una cuenta en euros se enfrenta a altos costes y riesgos asociados si recibe un pago en moneda extranjera. Estos sobrecostes se los acaba trasladando al comprador en el precio de venta padeciendo éste el riesgo cambiario de forma indirecta y sin poder intervenir en un negociado eficiente al respecto.
Esto sucede porque, cuando el banco local del proveedor recibe una transferencia en euros en una cuenta denominada en otra divisa, lo cambia automáticamente a la moneda local a un tipo de cambio, que suele ir aparejado de grandes márgenes, con lo que el proveedor padece una pérdida de valor no teniendo por lo general fuerza de negociación al respecto. Los márgenes sobre los tipos de cambio en estas transacciones cautivas pueden ascender hasta un 10% en algunos países. Por el contrario, si el comprador gestiona el cambio de divisa, el proveedor recibe el pago en moneda local, percibiendo la cantidad íntegra esperada.
Otra consecuencia derivada de pagar a los proveedores extracomunitarios en euros es que en muchas ocasiones éstos están muy limitados a la hora de elegir estrategias de cobertura ya que cuentan con mercados con muy poca liquidez. Por el contrario, un importador español tiene a su disposición un amplio abanico de estrategias para cubrirse ante el riesgo de divisa, como por ejemplo los productos estructurados.
Entonces, ¿es mejor que el importador español gestione el riesgo y coste de pagar en divisas con todo lo que eso supone? Sin duda es mejor si tenemos en cuenta que, procediendo así, es quien tiene la fuerza de negociación y control para gestionar los costes asociados a la transacción. Hoy en día, gracias a los avances tecnológicos en el entorno financiero, resulta bastante sencillo gestionar múltiples pagos en distintas divisas y establecer una estrategia de cobertura frente al riesgo de tipo de cambio. Ya sea a través de la banca tradicional o con especialistas en pagos internacionales. Aprovechando estas ventajas, la compañía podrá buscar el mejor proveedor para cada pago y negociar en un mercado competitivo.
En conclusión, las empresas internacionalizadas se enfrentan siempre al riesgo asociado a las divisas, tanto si se paga a los proveedores extracomunitarios en euros como si se les paga en moneda local. No obstante, pueden elegir entre tener el control final sobre esa exposición, gestionándola a su gusto y reduciendo así el coste, o cedérselo al proveedor que estará en manos de su banco.