Hace ya tiempo que se viene hablando de esto, pero cada vez son más los expertos y gurús en productividad que creen que es posible hackear el cuerpo humano para optimizar la productividad cada minuto de cada día.
Puede sonar imposible, pero algunos de los mayores expertos en el campo nos explican cómo lo consiguen ellos y cómo podemos nosotros ponerlo en práctica también.
Optimizar el sueño
Para muchos que sueñan con ser extraproductivos, levantarse temprano es prioritario, pero a veces no es fácil. Michael Affronti, vicepresidente senior de la compañía Fuze, afirma que la clave está en conseguir conciliar el sueño la más rápidamente posible, optimizando así el tiempo que pasamos durmiendo. Es necesario también conocer tu propio cuerpo y saber, perfectamente, cuánto tiempo de descanso necesita para funcionar a pleno rendimiento. Affronti sigue una estricta rutina para irse a la cama que incluye la no utilización de pantallas y el uso de un antifaz para bloquear cualquier tipo de luz. Además, suele tomarse una cucharada pequeña de mantequilla de almendra para regular los niveles de azúcar y glucosa en sangre mientras duerme. “Un poco de control en mi sueño ha demostrado ser muy efectivo. Duermo menos horas, pero mejor, por lo que puedo alargar mi día”, afirma.
Análisis de datos
Cuando Apple sacó al mercado su función “Screentime”, que te indica cuánto tiempo pasas enfrente de una pantalla, Ryan Smith, CEO de Utah (servidor de software a la compañía Qualtrics), se dio cuenta de que se había pasado la vida monitorizando y analizando datos externos, pero que nunca se había detenido a analizar sus propios hábitos. “No sabía que pasaba 126 noches al año en hoteles ni cuántos aviones cogía…y cuánto tiempo me hacía perder todo eso”, reconoce. Ahora, afirma que analizar sus hábitos le ayuda a reconocer en qué momentos del día es más productivo y poder así enfocarse en sus objetivos principales durante ese tiempo.
Apuestas ¿de alto riesgo?
Malcolm Ocean, fundador de la aplicación Complice sobre planificación y objetivos, usa regularmente Beeminder, una app de seguimiento que “te cobra” cuando no consigues un objetivo. El funcionamiento es el siguiente: tú marcas el objetivo y el dinero que estás dispuesto a perder si no lo consigues, si es así, BeeMinder te cobra esa cantidad. Saber que puedes perder dinero, afirma Ocean, te hace ser más productivo.
Ocean acabó descartando esta forma de autodisciplina. Según él, “no quería hacer las cosas simplemente porque hubiese dicho que las iba a hacer, sino porque existía una motivación para hacerlas”. Explica que utilizar y descartar esta técnica le enseñó a ver la productividad desde un punto de vista más filosófico y le llevó a preguntarse la verdadera importancia de cada tarea.
La motivación
Gabriele Oettigen, profesor de psicología en la Universidad de Nueva York, desarrolló el método WHOOP (en inglés “Which stands for wish, outcome, obstacle, plan), una estrategia de pensamiento positivo para ayudar a la gente a visualizar sus objetivos y desarrollar estrategias para conseguirlos. Según Oettigen, lo que tenemos que preguntarnos para conseguir nuestros objetivos va más encaminado hacia el por qué, que hacia el qué necesitamos. Si no hay una motivación real, será mucho más difícil conseguir nuestros sueños.