Las pymes son la columna vertebral del crecimiento europeo y por lo tanto, con el fin de mejorar su competitividad y fomentar su desarrollo y la creación de empleo, se debe lograr un progreso concreto teniendo en cuenta las necesidades de las estas empresas, tanto a nivel nacional como europeo.
Para conseguir este progreso es necesario planificar el enfoque de Europa en cuanto a las pymes para crear políticas que favorezcan, o al menos no afecten negativamente, a este tipo de empresas. Puesto que el término pyme abarca una gran variedad de emprendedores y empresas, es necesario analizar las diferentes políticas que pueden afectar a emprendedores, microempresas, empresas pequeñas y de tamaño medio.
Con este objetivo, el pasado 5 de abril se organizó en el Comité Europeo Económico y Social (EESC en sus siglas en inglés) una mesa redonda sobre ¿Cuál es el futuro de las políticas europeas para las pymes?, en la que participaron, entre otros representantes de los agentes sociales y de las instituciones europeas la Comisaria europea del Mercado Interno, Industria, Emprendimiento y Pymes,ElżbietaBieńkowska, y la Vicepresidenta de CEPYME y UAPME, Maria Helena de Felipe.
En esta mesa redonda se debatieron seis prioridades de para las pymes: Promover el emprendimiento; el mercado único y una legislación mejorada; El principio de pensar primero a pequeña escala y la reducción de la trámites administrativos; la digitalización; el acceso a la financiacióny el apoyo al comercio exterior y a la internacionalización de las pymes.
En este sentido, los participantes coincidieron en la necesidad de promover el emprendimiento en la UE y los Estados Miembros mejorando el marco regulatorio y facilitando el acceso al financiamiento. Por otra parte,el mercado único europeo debería proporcionar un entorno globalmente competitivo y legalmente predecible para las pymes. Las necesidades de estas compañías, especialmente de las más pequeñas, se deben tener en cuenta usando el principio de pensar primero a pequeña escala. Esto requiere aumentar el número de consultas a las partes interesadas y aplicar el “test-pyme” cuando se estén cambiando o preparando nuevas legislaciones.En cuanto a la digitalización, este proceso supone un catalizador importante de productividad y crecimiento, e implica enormes oportunidades, pero presenta a la vez desafíos para las pymes. Por esa razón, es esencial que se ponga especial atención al impacto de la digitalización.
En lo que concierne el acceso alafinanciación, se constató que las pymes europeas necesitan fuentes alternativas de financiamiento que se adapten de forma más efectiva a sus situaciones individuales. Finalmente, con el fin de mejorar el acceso de las pymes europeas a los mercados internacionales y facilitar la integración de estas en las cadenas de valor globales, se señaló que los tratados comerciales deberían incluir las necesidades de las pymes.