La factura de la luz de los españoles se destina principalmente a la calefacción y, en segundo lugar, a los electrodomésticos, según datos de la OCU. Elegir un buen aislamiento térmico y un sistema de calefacción eficiente ayudará a ahorrar pero, ¿qué hacer para gastar menos en el uso de los electrodomésticos?
Lucera apunta algunas claves para saber exactamente cuánto consumen los electrodomésticos de nuestra casa, lo que nos permitirá hacer un uso responsable y adecuado de ellos.
En primer lugar, hay que señalar que no todos los electrodomésticos consumen igual: no es lo mismo un lavavajillas que una televisión. Pero tampoco son iguales los consumos de todas las lavadoras, es algo que varía en función del modelo y la marca.
Para saber cómo y cuánto consumen los electrodomésticos está a nuestra disposición la etiqueta de eficiencia energética, la gran olvidada en muchas ocasiones. La información que aparece en ella es esencial a la hora de comprar un nuevo electrodoméstico o para saber cuánto consume el nuestro, ya que aplicar los consejos de ahorro recomendados es imprescindible pero también lo es contar con electrodomésticos que ayuden en la búsqueda por la eficiencia.
Si tenemos que comprar un electrodoméstico, la mejor alternativa será optar siempre por los etiquetados como A o, en su defecto B-C, ya que a partir de la etiqueta D estaremos adquiriendo un electrodoméstico que derrocha mucha energía y que supondrá una importante pérdida de dinero a medio-largo plazo.
- Nevera: es uno de los electrodomésticos que más consumen en un hogar, no porque no sea eficiente sino por estar siempre conectada, en constante uso. Puede incluso llegar a representar casi el 20% de la energía de un hogar, de modo que es importante contar con una eficiente e intentar reducir el consumo permanente. Si vamos a cambiarla, hay que fijarse bien en la etiqueta de eficiencia energética y apostar por la más alta. Las más eficientes solamente consumen 170-190 kWh al año, es decir, unos 20-30€ anuales.
- Lavadora: además de la etiqueta de eficiencia, debemos tener en cuenta la duración de los ciclos y la temperatura del agua. Cada vez que ponemos la lavadora con agua fría consumimos unos 143 Wh, con el agua a 30º consumimos 365 Wh, a 40º consumimos 579Wh y a 50º consumimos 652 Wh. Es decir, lavando con agua fría ahorramos casi el 80% de energía comparado con poner un ciclo de agua caliente. Para saber cuánto consume tu lavadora podemos consultar también el manual del fabricante o calcularlo uno mismo con un medidor de consumo.
- Vitrocerámica eléctrica: es difícil determinar cómo consume una vitrocerámica ya que siempre va a depender de su uso: es diferente si utilizamos 3 o 4 fuegos, solo el pequeño o cuánto tiempo la utilizamos, por ejemplo. La ficha técnica de la vitro debe indicar cuánto consume cada fuego o el rango de los mismos si tiene diferentes potencias. En cualquier caso, es importante saber que la vitro convencional consume un 45% más que la de inducción, que además es mucho más segura y fácil de limpiar.
- Horno: se calcula que el horno supone un 8,3% del gasto energético y consume entre 800 y 1.200 Wh dependiendo del modelo. Sin embargo tiene un consumo bastante alto, por lo que es recomendable cocinar en microondas o en la vitro siempre que sea posible. Algunos consejos para optimizar el uso del horno es mantenerlo limpio de grasas, no abrirlo durante la cocción y apagarlo 5-10 minutos antes para aprovechar el calor residual.
- Lavavajillas: consume un 6,1% de electricidad y gasta unos 246Wh. Utilizar programas cortos con baja temperatura y llenarlo al máximo supondrán un ahorro de energía considerable.
- Secadora: es un electrodoméstico poco común en los hogares españoles ya que únicamente un 28,3% tiene secadora en casa. Sin embargo, tiene un consumo bastante alto -unos 270Wh-, prácticamente el doble de lo que consume la lavadora con agua fría.
- Microondas: sin duda es el electrodoméstico a la cabeza de la eficiencia energética puesto que consume muy poco. Esto se debe a que la tecnología de microondas permite calentar directamente la comida sin utilizar o recalentar antes una superficie, lo que hace que se aproveche mucho más la energía. Por ejemplo, para calentar un litro de agua de 15º hasta 90º nos hacen falta solo 0,10 kWh. Es un poco menos eficaz con alimentos con bajo contenido en agua, que pueden quedar resecos, pero se pueden encontrar muchas recetas en las que es posible usar el microondas en lugar de la vitro o el horno y conseguir platos igualmente deliciosos.
Según Emilio Bravo, CEO de Lucera, “el primer paso es conocer nuestro consumo y los mecanismos que tenemos a nuestro alcance para pagar menos en la factura, como saber la eficiencia de nuestros electrodomésticos y cambiar hábitos sencillos en nuestro día a día”.