Todos nos hemos planteado alguna vez pedirle a nuestro jefe un aumento de sueldo, pero son pocos los que se atreven. Existe el tópico, quizás fundamentado, de que la reacción de los superiores de la empresa al recibir tal petición no es, precisamente, afable.
Ante esto, son muchos los trabajadores que prefieren conformarse con el “tal y como está todo, por lo menos tengo trabajo”. Y aunque pedir una subida salarial no es una cuestión baladí (no puedes realizar este tipo de peticiones periódicamente), también es cierto que, como trabajador, tienes todo el derecho a pedir un aumento. Como dice el refrán: “el que no llora, no mama”.
Antes de reclamar un aumento deberías, eso sí, tomarte un tiempo para reflexionar y analizar todas las circunstancias que rodean a tu situación laboral (y a la propia empresa). Como decíamos, es un tema sensible e importante, para ambas partes, por lo que deberás, si te decides, ir muy preparado.
Te dejamos unos consejos que te harán más fácil conseguir tu objetivo (o por lo menos no salir mal parado):
- Revisa la política de la empresa sobre este tema. Antes de nada, habla con alguien que conozca los procesos que lleva a cabo la empresa respecto a este asunto (departamento de Recursos Humanos, algún compañero, etc) para que te aconseje y resuelva las dudas que puedas tener.
- ¿Eres rentable? Piensa qué es lo que haces realmente en tu trabajo, qué responsabilidades asumes, cuál es tu experiencia real, tus horarios…y, a partir de ahí, pregúntate sinceramente si mereces ganar más. Demuestra lo que vales con cifras, no con tópicos. Sólo los empleados rentables, de los que la empresa no se quiere deshacer, están en condiciones reales de negociar.
- Revisa qué tareas has hecho por la empresa (que no estaban incluidas en tus funciones). Este también es un buen argumento para negociar. ¿Has asumido responsabilidades que no te tocaban en algún proyecto?, ¿Has llevado a cabo alguna idea innovadora?, etc.
- Analiza el mercado. Otro dato importante a la hora de negociar es saber si en la competencia, por realizar el mismo trabajo, se está cobrando más. Si es así, es que hay margen para una subida.
- Decide qué aumento vas a pedir. Este es el punto más difícil de determinar. Tienes que tenerlo perfectamente estudiado porque, si pides demasiado poco, quizás te lo concedan pero no podrás volver a pedir un aumento en un tiempo y, si pides demasiado, pueden cerrarse en banda y denegártelo. Ante todo, sé realista.
- El momento importa. Debes tener en cuenta que, tratándose de un tema tan serio, no puedes coger a tu jefe por banda en el pasillo para hablarlo. Tienes que concertar una reunión. Además, intenta fijar la reunión cuando tu valoración esté en su punto más alto.
- Una buena presentación es clave. Sé honesto y positivo, deja claro que te gusta tu trabajo y que estás a gusto en la empresa. Tienes que ser concreto, tu jefe tiene que darse cuenta de que lo has meditado y vas en serio.
- Mentalízate: vas a tener que regatear. Lo más probable, y lo más común, es que a tu jefe no le agrade tu petición. Por eso, intentará convencerte de que pides demasiado. No te cierres en banda y ábrete a nuevas opciones: tickets comida, reducción de jornada, ayuda al transporte, etc.
Si sigues estos consejos, lo más probable es que consigas ese aumento de sueldo que tanto deseas pero, si no es así, evita mostrarte contrariado o incómodo y recuerda que la negativa no es nada personal. Si te muestras comprensivo, estarás un paso más cerca de alcanzarlo, quizás no de forma inmediata, pero sí se te valorará y te lo tendrán en cuenta. Puede que, por haber demostrado ese valor, incluso consigas un mayor reconocimiento dentro de la empresa. No es el aumento, pero algo es algo.
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Por Eva Montero