La Comisión Europea ha avisado de que los países de la Unión Europea pueden necesitar en el futuro mano de obra inmigrante de cualificación baja y media en el futuro a pesar de que la directiva europea sobre inmigración legal se centra fundamentalmente en facilitar la llegada de inmigrantes de alta cualificación.
«La directiva sobre inmigración legal se centra especialmente en la inmigración de trabajadores muy cualificados con la excepción de los trabajadores estacionales. Lo mismo se aplica en gran parte respecto a la elección de las políticas actuales en los Estados miembro, a pesar de que esto puede no ser apropiado a la luz de las brechas laborales del futuro», ha avisado el Ejecutivo comunitario en un informe para evaluar el grado de adecuación de las diversas normas europeas para regular la inmigración legal para encarar los desafíos futuros.
Así, el Ejecutivo comunitario advierte de que la proporción de personas con edad avanzada, dependientes de la población en edad de trabajar, la llamada tasa de dependencia, crecerá 21,6 puntos porcentuales desde el 29,6% y el aumento de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo «podría resultar en una mayor demanda de trabajadores para el cuidado de niños».
«Ambos de estos factores podrían apuntar en el futuro a la necesidad de trabajadores de terceros países de baja y media cualificación a fin de cubrir la demanda en los sectores doméstico y de cuidados», alerta el Ejecutivo comunitario en su informe.
El Ejecutivo comunitario avisa de que «facilitar» la movilidad de nacionales de terceros países sigue siendo «muy relevante» para responder a las necesidades del mercado laboral y las vacantes y las necesidades de las multinacionales de trasladar personal entre filiales e insiste en que los Estados miembros necesitan contar con «canales efectivos para la inmigración legal».
«El trato justo de los nacionales de terceros países sigue siendo muy relevante para garantizar su integración efectiva en el país de acogida y para la cohesión de la sociedad en su conjunto», subraya el Ejecutivo comunitario en su informe, en el que también insiste en la importancia de normas sobre la reunificación familiar «justas y efectivas» para alentar su integración.
En su informe, el Ejecutivo comunitario reconoce «algunas cuestiones problemáticas» en la aplicación de la directiva sobre reunificación familiar en los Estados miembro, en relación a las medidas de integración, los requisitos de contar con medios «estables y regulares» para mantenerse, sobre cómo se tiene en cuenta el mejor interés para el menor, las disposiciones más ventajosas para que los refugiados puedan traer a sus familiares y la aplicación restrictiva de algunas cláusulas condicionales.
También apunta admite algunas «deficiencias» en la aplicación de la normativa sobre los residentes de larga duración. En particular, el hecho de que la mayoría de los Estados miembro no promueve el estatus europeo de residente de larga duración si no permisos nacionales de residencia a largo plazo.
Bruselas también ve «algunas inconsistencias» en la aplicación de las normas que permiten un procedimiento único para solicitar el permiso de residencia y trabajo debido fundamentalmente por la intervención de distintas autoridades y «problemas con la transposición» de disposiciones que garantizan el trato equitativo, incluida la exclusión de algunas categorías de nacionales de terceros países, la falta de cobertura de algunas oficinas de Seguridad Social o el trato desigual para exportar las pensiones.
«Necesitamos un enfoque más proactivo para gestionar la inmigración legal. Esto tiene que ver con la economía, la estabilidad, el crecimiento. Necesitamos regular mejor los derechos y condiciones existentes de todos aquellos que vienen a Europa a estudiar, trabajar o por motivos familiares», ha defendido el comisario de Inmigración e Interior, Dimitris Avramopoulos, que ha insistido en que Europa necesita un enfoque estructural a largo plazo sobre la inmigración.