El Estudio de Incentivos y Reconocimiento realizado por Sodexo ha revelado que el objetivo estratégico de las empresas españolas en materia de incentivación, es la motivación de sus trabajadores para lograr los objetivos lo cual a su vez mejora su rentabilidad.
Las organizaciones con más conciencia en este aspecto, que a menudo coinciden con ser las de mayor tamaño, utilizan además sus planes de incentivos para retener su mejor talento y fomentar el reconocimiento entre sus equipos.
El 48,6 % de las empresas analizadas tienen implantado ya un plan de incentivos, ya que es la fórmula más rentable por su eficacia para aumentar la productividad o ventas y conseguir los objetivos marcados.
Entre estas, el 93 % de sus programas de incentivos están destinados a sus propios empleados y equipos de ventas o comerciales.
Hace años, la norma eran los incentivos monetarios. Hoy el estudio ha descubierto que los incentivos monetarios desaparecen pronto del recuerdo emocional del empleado, sin embargo, los no monetarios se perciben con más valía que el dinero en este sentido. Especialmente cuando son planes de incentivos con regalos que los propios empleados han elegido. El valor emocional percibido en estos casos aumenta sustancialmente.
¿Cómo se hace un buen plan de incentivos?
La eficacia y el acogimiento de los catálogos por puntos van más allá de los planes de incentivos a largo plazo para los que en principio se usaban. El 49% de las empresas que tienen implantado un plan de incentivos y reconocimiento ofrece un catálogo de regalos por puntos donde el empleado puede elegir su propia recompensa.
El 63% de las empresas que tienen catálogos de regalos lo utilizan para acciones de reconocimiento y fidelización con regalos puntuales por motivos especiales como nacimiento de un hijo, jubilación, premio de antigüedad, etc.
Un plan de incentivos se implanta generalmente para motivar, fidelizar a clientes, comprometer a los propios empleados, lo cual a su vez hace que den lo mejor de sí mismos y aporten todo su valor potencial. Es la respuesta que refuerza y complementa la consecución de objetivos ya sea con mayores ventas, productividad, beneficios…
Un trabajador comprometido es el activo más valioso, ya que competirá consigo mismo para mejorar cada día y realizar con mayor entrega y eficiencia su trabajo, el origen de unos resultados y rendimiento excelente.
El 33,1 % de las empresas que no disponen de programas de incentivos expresan que sí se han planteado implantarlos en alguna ocasión, pero si no lo han llevado adelante ha sido principalmente por falta de presupuesto, tiempo y conocimiento a la hora de implementarlo.
Contrariamente a estos pensamiento, poner en marcha estos planes no supone una inversión elevada y, además, los resultados obtenidos superan con creces dicha inversión.
Por otro lado, externalizar un plan de incentivos con el partner adecuado facilita a la empresa su implantación: desde la investigación al diseño y las gestiones para ponerlo en marcha, pudiéndose dedicar a su corebusiness.
Un plan de incentivos o reconocimiento nunca es un gasto, es una inversión en el crecimiento y desarrollo de la empresa.
Si quieres descargarte este estudio puedes hacerlo haciendo clic aquí