El Indicador de Perspectivas Comerciales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se ha situado en febrero en su nivel más bajo desde marzo de 2010 como consecuencia del deterioro simultaneo de la mayoría de elementos que componen la referencia, lo que sugiere una desaceleración más acusada en el primer trimestre del año si las tensiones comerciales actuales no se resuelven.
En concreto, la última lectura del indicador adelantado de la OMC se ha situado en 96,3 puntos, frente a los 98,6 de su anterior lectura publicada, lo que representa el nivel más bajo desde marzo de 2010.
Entre los siete factores evaluados por la OMC, únicamente se situó por encima de la tendencia el dato de volumen de mercancías, correspondiente al tercer trimestre de 2018, mientras que el paso de contenedores por puertos se mantuvo estable, con un total de 100,3 puntos.
Por su parte, quedaron por debajo de la tendencia, que marcan los 100 puntos, el dato de pedidos de exportación (95,3 puntos), el transporte aéreo de mercancías (96,8), la producción y venta de automóviles (92,5), los componentes electrónicos (88,7) y las materias primas agrícolas (94,3), «aproximándose o superando los mínimos anteriores desde la crisis financiera».
«Esta pérdida sostenida de impulso pone de relieve la urgencia de reducir las tensiones comerciales, que junto a los continuos riesgos políticos y la volatilidad financiera podrían presagiar una recesión económica más amplia», advierte la institución internacional, que el pasado mes de septiembre ya rebajó su previsión de crecimiento del comercio mundial al 3,7% en 2019, frente al 3,9% previsto para 2018 a consecuencia de la escalada de las tensiones comerciales y las condiciones más restrictivas del crédito en los mercados.
«Estas estimaciones podrían revisarse a la baja si las condiciones comerciales sigue deteriorándose», apunta la OMC, añadiendo que una mayor certidumbre y la mejoría de las políticas podría representa, por el contrario, un rápido rebote del crecimiento del comercio.
