La rebaja fiscal que se puso en marcha en 2015 le ha costado a Hacienda 1.321 millones de euros en solo dos meses, entre enero y febrero, por la menor recaudación del IRPF, según admite el departamento que dirige Cristóbal Montoro.
Las cifras en términos de caja, que computan los ingresos y gastos efectivamente realizados, muestran que la recaudación del conjunto de los impuestos directos y las cotizaciones sociales, incluida la participación de las administraciones territoriales, se ha reducido un 5,8% en los dos primeros meses del año, hasta los 12.026 millones de euros.
«Una parte de esta caída se debe al efecto de la reforma fiscal iniciada en 2015, cuyos efectos continúan en este ejercicio, y que afectan sobre todo a las retenciones», señala Hacienda.
El pasado 1 de enero entró en vigor la nueva tarifa del IRPF, que recortó todos los tramos del impuesto entre medio y un punto respecto a la tarifa de 2015. Así, los nuevos tramos de 2016 van desde el tipo mínimo del 19% para las rentas inferiores a 12.450 euros hasta el marginal del 45% para las rentas que superen los 60.000 euros anuales.
También con el comienzo del año entró en vigor la segunda parte de la rebaja del Impuesto sobre Sociedades para las grandes empresas y grupos consolidados, que pasaron a tributar al 25%, tres puntos menos que lo que han tributado en 2015.
Tras estos cambios, la recaudación del Estado por IRPF descendió un 4,6% hasta febrero. Hacienda explica que «las retenciones del trabajo, a pesar de la mejora de la masa salarial, se han reducido un 4,4%, resultado que viene motivado por el descenso de tipos aprobado en las reformas».
En esta línea, los datos hasta febrero muestran que las retenciones de capital, afectadas igualmente por las sucesivas rebajas de tipos, registran un descenso del 3,7%.
Por su parte, los ingresos por el Impuesto de Sociedades han dado lugar a un saldo negativo de 4.125 millones de euros, un 1,8% más que el año anterior, principalmente por las devoluciones realizadas.
Por otro lado, los ingresos por IVA se incrementaron un 1,5% hasta febrero, pero si se tiene en cuenta sólo los ingresos del Estado, se redujeron un 0,4%.
Lo mismo ocurre con los impuestos especiales, ya que los datos que maneja Hacienda reflejan en cambio un incremento de la recaudación por impuestos especiales del 1,6% si se suman al Estado las cuentas de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, que participan en estos tributos.
Esta subida se debe al aumento del Impuesto sobre Hidrocarburos y al descenso del Impuesto sobre Labores del Tabaco, que suponen más del 84% de los impuestos especiales. Sin embargo, descontadas estas administraciones, la caída de los ingresos del Estado por estos impuestos es del 0,9%.
CAE EL GASTO EN PERSONAL
Por el lado de los gastos, los que se corresponden con el personal disminuyeron un 11,4%, hasta los 2.329 millones de euros. Hacienda achaca este descenso a varios factores, como la recuperación en enero de 2015 de 44 días devengados de la paga extra de 2012.
En cambio, los gastos corrientes en bienes y servicios aumentaron un 0,7%, hasta los 463 millones de euros, mientras que los pagos por inversiones reales alcanzaron los 903 millones de euros hasta febrero, un 29% menos que en el año anterior debido a los menores pagos de ejercicios cerrados.
EL DÉFICIT DEL ESTADO APENAS SE REDUCE
Sumando ingresos y gastos, el déficit del Estado al cierre del mes de febrero alcanzó los 13.206 millones de euros, lo que equivale al 1,17% del PIB, una centésima menos que un año antes (-1,18%).
Respecto al año anterior, el déficit es 447 millones superior (12.759 millones de euros), sin embargo la cifra de PIB con la que Hacienda realiza este cálculo es de 1,1 billones de euros, tras el incremento del 3,5% experimentado en 2015, con lo que ambos indicadores se han incrementado a la par. Esta es la razón de que se mantenga estable el saldo de déficit resultante.
Por otro lado, el déficit del Estado en los dos primeros meses del año se sitúa muy por debajo del 2,7% del PIB con el que cerró el año 2015. No obstante, el saldo a febrero recoge de momento operaciones poco representativas como y cada año se producen grandes variaciones respecto al cierre del año anterior.
Este déficit es el resultado de un descenso de los ingresos totales del 9,7% en los dos primeros meses del año, hasta los 20.628 millones de euros, superior al de los gastos, que se redujeron un 5%, con 33.834 millones.
En términos de caja, que computa los ingresos y gastos efectivamente realizados- el déficit de la Administración Central se situó en el 0,72% del PIB (8.130 millones de euros), frente al -0,87% de un año antes (9.376 millones de euros).