La imposición de un sistema de peajes ‘inteligentes’, con un precio variable en función de la hora y del tráfico, y alternativo a las vías gratuitas, constituye el mejor instrumento para atajar los problemas de congestión y los atascos en las grandes ciudades, como son Madrid y Barcelona.
Así concluyen los expertos del sector que han participado en un informe realizado por el Consejo General de Economistas.
Se trata de la misma iniciativa planteada hace unos meses por la patronal de grandes constructoras y concesionarias Seopan, asociación que participa en el estudio, junto con el exsecretario de Estado de Infraestructuras Julio Gómez-Pomar y varias empresas del sector.
«Si no se pone remedio a los problemas de congestión en las ciudades, cada vez será más complicado solucionarlo y esta solución no siempre pasa por ampliar y construir infraestructuras, dado que hacer más más grande la boca del embudo puede agravar esa congestión», indicó el vicepresidente del Consejo General de Economistas, Pascual Fernández.
Asimismo, durante la presentación del estudio, descartó las medidas de restricción de tráfico que toman ayuntamientos como el de Madrid, al considerar que son «discriminatorias y no sirven para resolver la congestión de forma adecuada».
Por ello, y a la luz de los resultados del informe, asegura que «la repuesta está en la innovación y la gestión de la demanda», esto es, en la articulación de dichos peajes a la entrada de las grandes ciudades.
Según recordó, se trata de un sistema ya implantado en varias vías de Estados Unidos, los denominados ‘managed lanes’, carriles alternativos a los gratuitos en las carreteras de acceso que los conductores pueden optar tomar pagando un peaje cuyo precio oscila en función de la fluidez del tráfico y el horario, entre otros factores.
Los expertos que han participado en el estudio insisten asimismo en cobrar también un peaje por circular por la red de autovías del país. Además, aportan tres aspectos para aplicar estos peajes.
Así, consideran que el pago por uso sólo debe ponerse en las carreteras de alta capacidad, esto es, en las autovías, y que su importe cubra el coste de su mantenimiento de la infraestructura, no los costes externos que genera, como el de la contaminación.
IMPUESTOS PARA ATAJAR EMISIONES
En su opinión, estos costes asociados a las carreteras, fundamentalmente el de las emisiones, deben amortiguarse por vía fiscal «con impuestos específicos».
«Es un buen momento para que se abra el debate», indicó el vicepresidente del Consejo de Economistas respecto al modelo de financiación de la red de carreteras, para el que reclamó un «pacto entre los principales partidos».
Precisamente, el informe de conclusiones se publica en vísperas de que próximamente se constituya la subcomisión del Congreso a la que el Gobierno ha emplazado el debate y eventual acuerdo sobre la viabilidad futura de las carreteras y en la que el pago por uso será, previsiblemente, una de las alternativas que se debata.