El Banco Mundial ha revisado a la baja su previsión de crecimiento de la economía mundial en 2019 hasta el 2,9%, lo que equivale una décima menos que la estimación anterior, según se desprende de la edición de enero de su informe bianual ‘Perspectivas económicas mundiales’, publicado este martes.
El organismo también ha revisado a la baja las estimaciones de crecimiento para 2018 y 2020 en una décima, hasta el 3% y el 2,8%, respectivamente.
«El crecimiento se ha debilitado, las tensiones comerciales permanecen elevadas, varias economías en desarrollo han experimentado estrés financiero y los riesgos a las perspectivas se han incrementado», ha explicado el organismo.
Estados Unidos ha visto revisada al alza su estimación de crecimiento en 2018 en dos décimas, hasta el 2,9%, mientras que la previsión para 2019 se ha mantenido en el 2,5%. No obstante, la entidad ha afirmado que aunque el estímulo fiscal ayudará a elevar el crecimiento a corto plazo, también provocará que el déficit fiscal sea «más grande y persistente».
De su lado, se prevé que la zona euro crezca un 1,9% en 2018 (dos décimas menos que la estimación anterior) y un 1,6% en 2019 (una décima menos). La economía de Japón crecerá un 0,8% en 2018 (dos décimas menos), y un 0,9% este año, lo que implica un repunte de una décima.
Los peores datos de la eurozona se deben a la caída en las exportaciones durante 2018 y que en 2019 el conjunto de los países seguirá experimentando un déficit fiscal. Sin embargo, la revisión a la baja de Japón se corresponde con el descenso de la actividad económica asociado a los desastres naturales de 2018. En consecuencia, el alza de 2019 refleja la recuperación con respecto al año anterior.
El Banco Mundial, cuya principal labor es proporcionar asistencia a países en desarrollo, ha advertido de que si la guerra comercial entre Estados Unidos y China contribuye a una ralentización global, los efectos de contagio hacia los países emergentes y en desarrollo «podrían ser profundos».
«De forma similar, una subida brusca de los tipos de interés afectaría de forma severa a los países en desarrollo endeudados, como Turquía y Argentina descubrieron de forma dolorosa este verano», ha añadido la entidad.
Así, la nueva previsión del Banco Mundial es que los países en desarrollo y emergentes crezcan un 4,2% en 2018, lo que implica una rebaja de tres décimas con respecto a la previsión anterior. En 2019 mantendrán ese nivel de crecimiento, lo que equivale a una revisión a la baja de medio punto porcentual.