Canadá se ha unido a México y Estados Unidos en un nuevo acuerdo comercial que aleja la posibilidad de un impacto potencial a gran escala sobre al comercio, los beneficios empresariales y el empleo en América del Norte. Es probable que los efectos económicos del nuevo acuerdo, denominado USMCA (United States Mexico Canada Agreement), sean limitados, ya que la impresión inicial es que se trata de un rebranding del NAFTA y no de un acuerdo completamente nuevo, pero inyecta tranquilidad en los mercados sobre la continuidad de los flujos comerciales entre los tres países.
Las reglas de origen se vuelven más exigentes para los fabricantes de automóviles, ya que el porcentaje del vehículo que debe ser producido localmente aumentará gradualmente del 62,5% al 75%. Cabe esperar que los proveedores locales de Canadá, México y Estados Unidos se vean beneficiados por este incremento, ya que los fabricantes de equipos originales se decantarán por hacer nuevos contratos. Además, en torno al 40%-45% del ensamblaje final del automóvil debe realizarse por trabajadores que ganen un promedio igual o superior a 16 dólares a la hora. Aunque esta medida está dirigida a México, donde los trabajadores del sector ganan un promedio de 3,5 dólares por hora, prevemos que las empresas de México mantengan su ventaja competitiva de bajos costos laborales y acepten el arancel adicional previsto del 2,5%. Además, las cuotas aumentan, dejando más espacio para el crecimiento.
El 3,6% del mercado lácteo canadiense se abrirá a los productos estadounidenses. No obstante, todavía será necesario elaborar definiciones más estrictas sobre lo que se incluye en esta cuota. La previsión es que los precios de los productos lácteos en Canadá disminuyan como resultado del aumento de la competencia de Estados Unidos y de otros mercados a través del acceso de 3,25% que otorga el Acuerdo Transpacífico. La disposición sobre solución de controversias se mantendrá sin cambios, lo que supone una victoria para el Primer Ministro Trudeau. Una notable exclusión del acuerdo se refiere a los aranceles sobre las exportaciones de acero y aluminio a los Estados Unidos.
En conclusión, el acuerdo mantendrá los flujos comerciales en América del Norte y debe fortalecer los negocios entre los tres países. La agricultura, que puede experimentar una reducción de sus márgenes, es un sector al que prestar mucha atención en 2019, una vez que se haya ratificado el acuerdo. Los sectores del acero y aluminio, y las industrias dependientes, permanecerán bajo vigilancia hasta que se alcance un acuerdo arancelario.