Aunque el desarrollo profesional también es un motivo de peso a la hora de elegir un trabajo, la retribución es uno de los factores más estudiados a la hora de aceptar un puesto determinado. La cantidad de dinero que ganas por hacer tus labores va a depender del tipo de empresa para la que trabajes, de su presupuesto y también de cómo te valore, pero hay una tipología determinada que pretende analizar los sistemas de retribución más utilizados por las empresas.
Así, hoy te proponemos el ejercicio de que analices cuál es el tuyo y cuál crees que es el que más te interesa.
Sistemas de retribución: tipología básica
Queremos contarte cuáles son las formas de retribución más utilizadas por las empresas y explicarte sus características.
- Retribución fija: Se trata de uno de los sistemas más utilizados, y consiste en fijar una cantidad económica fija que el trabajador recibe de la empresa, dependiendo de sus funciones y su cargo, por supuesto. Para los empleados es un sistema muy interesante, ya que garantiza unos ingresos fijos y estables. La retribución fija va a depender de muchos factores, como el puesto y las labores realizadas, pero también el horario e incluso las competencias propias del trabajador.
- Retribución variable: Esta es la más interesante para la empresa, porque el pago que recibirán los empleados va a depender de los resultados que alcancen. Para poder llevar a cabo este tipo de compensación de forma justa hay que crear un sistema de medidas que nos permita conocer cuál es el objetivo y qué cuantía le corresponde. Aunque es muy interesante para la empresa, también puede llegar a serlo para un empleado competente que sabe que va a conseguir o mejorar sus objetivos, porque le permite esforzarse para ganar más, aunque no disfrutará de la tranquilidad de tener un sueldo fijo.
- Retribución en especie: Esta tipología ofrece beneficios y recursos no monetarios a los empleados, así que normalmente se utiliza como complemento. Por ejemplo, unas determinadas horas de trabajo valdrán como días de vacaciones, un horario más flexible, regalos u otros premios de este tipo.
¿Cuáles son los mejores sistemas de retribución?
Lo cierto es que no hay una respuesta concreta a esta pregunta, ya que va a depender mucho de lo que un empleado considere justo. Por eso, te invitamos a estudiar las características propias de cada una y a tener en cuenta el trabajo que realices para tomar una decisión. Si tus labores se basan en una serie de objetivos, por ejemplo, trabajando en un departamento comercial, tal vez te compense trabajar por retribución variable para mejorar tus ingresos, pero si prefieres un puesto más tranquilo, sin duda la fija es tu elección.
Un sistema ideal es el que combina los tres sistemas de retribución. Imagina, por ejemplo, que recibes al mes un dinero fijo por hacer tus funciones y que además, cuando consigues superar algún objetivo puedes llevarte a casa un dinero extra. Además, puedes elegir recibir una parte en forma de ingresos económicos y otra en especie, y aumentar tus días de vacaciones o coger algún día libre.
Al final, la decisión sobre cuáles son los mejores sistemas de retribución va a depender de lo que consideres justo y también de cómo trabaja la empresa, que al final es la que decide cómo paga a sus empleados, aunque en este post hemos tratado las tipologías más importantes para que conozcas todas sus características.