La Comisión Europea está reparando medidas para responder a Estados Unidos si la administración norteamericana finalmente decide imponer aranceles a la importación de automóviles procedentes del bloque comunitario, ha confirmado este jueves la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström.
«Si Estados Unidos impone estos aranceles a los coches sería muy desafortunado, pero estamos preparando junto con nuestros Estados miembros una lista de medidas de reequilibrio también, y eso se lo hemos dejado claro a nuestros socios americanos», ha explicado la sueca en una conferencia sobre las relaciones transatlánticas en Bruselas.
Malmström ha afirmado que estas medidas todavía están en fase de «preparación» pero ha detallado que se estructurarían «de la misma manera» que la respuesta que se dio a la imposición de aranceles al acero y al aluminio. Es decir, una lista de productos a los que la UE aplicaría derechos de aduana.
La titular de Comercio del Ejecutivo comunitario ha asegurado que está «muy preocupada» por la investigación que Washington está llevando a cabo sobre el sector del automóvil, al tiempo que ha advertido de que la aplicación de aranceles a este sector sería «desastrosa».
«Para empezar, estamos hablando de una cantidad de comercio afectada mucho mayor. Las exportaciones de la UE de acero y aluminio sujetas a aranceles adicionales tienen un valor de 6.400 millones, mucho dinero. Pero las exportaciones de coches y componentes de coches a EEUU tienen un valor de más de 50.000 millones anuales», ha explicado.
También ha remarcado que el sector estadounidense del automóvil es «sano» y sus exportaciones han «crecido constantemente» durante la última década, lo mismo que la inversión extranjera en los fabricantes norteamericanos de coches.
«No nos olvidemos tampoco de que los fabricantes estadounidenses no lo han pedido (los aranceles). Por eso las medidas sobre los coches ni son deseadas ni justificadas. En el mejor de los casos son una solución a la búsqueda de un problema, en el pero son un movimiento ilegal para ganar peso en negociaciones comerciales», ha manifestado.
En todo caso, la sueca ha recordado que viajará la próxima semana a Washington junto con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para intentar «apaciguar» la situación actual y evitar que empeore. «Confiamos en encontrar formas de trabajar juntos de nuevo para avanzar en una agenda comercial positiva y beneficiosa para ambas partes», ha expresado.