La Unión Europea y Japón han firmado este martes en Tokio el acuerdo de libre comercio que ambas partes pactaron hace un año y que prevé la eliminación de la mayoría de los aranceles sobre productos comerciados y ahorrará 1.000 millones de euros anuales en derechos de aduana a los exportadores europeos.
El tratado ha sido rubricado por el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, por parte de la UE, mientras que el primer ministro japonés Shinzo Abe ha firmado el acuerdo en nombre del país asiático.
La ceremonia ha tenido lugar en la capital japonesa este martes después de que la cumbre que estaba inicialmente prevista en Bruselas para la pasada semana fuera cancelada por las lluvias torrenciales en el oeste de Japón.
El acuerdo económico cubre tanto productos como servicios, incluidos los financieros, y con su entrada en vigor se eliminarán más del 90% de los aranceles que Japón aplica a las importaciones procedentes de la UE. Una vez que finalicen los periodos transitorios, el país asiático habrá eliminado los derechos de aduana al 97% de los productos y habrá liberalizado parcialmente el resto por medio de contingentes.
No obstante, el tratado comercial no entrará en vigor hasta principios de 2019, una vez que el Parlamento Europeo de su consentimiento en otoño de este año y Japón cumpla con sus procedimientos nacionales. A nivel europeo el acuerdo con Japón no necesita ser ratificado por los parlamentos nacionales.
En la actualidad, las compañías europeas pagan 1.000 millones de euros al año en derechos de aduana por exportar productos a Japón, según calcula la Comisión Europea. Las exportaciones europeas de bienes al país asiático se elevan a 58.000 millones de euros y a 28.000 millones en el caso de los servicios.
PRODUCTOS AGROALIMENTARIOS
El acuerdo de libre comercio entre la UE y Japón eliminará «drásticamente» los derechos de productos agrícolas. En concreto, Bruselas calcula que, cuando se aplique totalmente el tratado, el 85% de los productos agroalimetnarios de la UE podrán entrar en el país asiático libres de aranceles.
En el caso concreto del cerdo, el producto agrícola más exportado a Japón, se garantizarán las exportaciones libres de derechos de carne de cerdo transformada, mientras que las exportaciones de carne fresca de este animal estarán «prácticamente libres» de derechos.
Por su parte, los aranceles de carne de vacuno se reducirán del 38,5% al 9% a lo largo de quince años en para un volumen «significativo» de productos derivados.
Con respecto al vino, el segundo producto agrícola más exportado, los aranceles se eliminarán desde el primer día de aplicación del tratado desde el 15% que se aplica actualmente, al igual que los de otras bebidas alcohólicas.
En cuanto a las exportaciones de quesos, se eliminarán progresivamente los aranceles a muchos quesos de pasta dura, como el Goyda o el Cheddar, y se establecerá un contingente libre de derechos para quesos frescos como la Mozzarella.
Japón ha aceptado además proteger 205 indicaciones geográficas europeas, bastantes de ellas españolas, entre ellas el Azafrán de La Mancha, el Queso Manchego o el Turrón de Alicante, así como diversos vinos, uno de los sectores más beneficiados por el acuerdo.
PRODUCTOS INDUSTRIALES, CONTRATACIÓN PÚBLICA Y AUTOMÓVILES
En el capítulo de productos industriales, se eliminarán por completo los derechos de aduana a productos en los que la UE es «muy competitiva», como las sustancias químicas, plásticos, cosméticos, textiles o prendas de vestir. Los aranceles al calzado, a su vez, se reducirán del 30% al 21%.
Por otro lado, los aranceles sobre las exportaciones de productos de cuero como bolsos se eliminarán tras un periodo de diez años, al igual que los derechos sobre productos que tradicionalmente han contado con una importante protección en Japón, como el calzado deportivo o las botas de esquí.
En materia de contratación pública, las empresas europeas podrán participar en las mismas condiciones que las firmas niponas en las licitaciones públicas de las 48 «ciudades núcleo» japonesas, cuya población es de entre 300.000 y 500.000 habitantes. El acuerdo también eliminará los obstáculos existentes en la contratación pública del sector del ferrocarril.
Por último, Tokio y Bruselas pactaron un periodo de transición para eliminar los aranceles en el sector del automóvil, mientras que el proceso de liberalización en el sector de componentes y piezas de vehículos será más rápido.