El presidente de Argentina, Mauricio Macri, ha solicitado una línea de apoyo financiero al Fondo Monetario Internacional (FMI) con el objetivo de poder hacer frente a un nuevo escenario global y evitar así «una gran crisis».
Así lo ha indicado Macri en un vídeo grabado en el Salón Blanco de la Casa Rosada tras mantener una conversación con la presidenta del organismo internacional, Christine Lagarde, quien le habría confirmado que se trabajará en un acuerdo para fortalecer la economía del país latinoamericano.
«Esta decisión la he tomado pensando en el mejor interés de todos los argentinos, no mintiéndoles como tantas veces se ha hecho (…). Cumpliendo con los compromisos y alejándonos de la demagogia, estoy convencido de que por este camino se va a lograr un mejor futuro», ha aseverado Macri.
Según ha explicado el presidente, la política económica «gradualista» implementada en Argentina para equilibrar «el desastre» de las cuentas públicas heredadas depende «mucho» del financiamiento externo. De hecho, ha asegurado que es uno de los países del mundo que más dependen de este tipo de financiación.
No obstante, en los primeros años de su aplicación, existía un contexto mundial muy favorable que, en los últimos años, se ha dado la vuelta. Las condiciones actuales son más complejas debido al incremento de los tipos de interés, a la devaluación de muchas monedas o al incremento del precio del petróleo, variables que no se pueden controlar.
Con este anuncio Macri busca ofrecer una señal de tranquilidad ante una situación de pánico por el peso argentino que, durante los últimos meses, no ha dejado de perder valor frente al dólar americano, divisa que vive una ‘fiebre’ de compras.
El pasado viernes, el Banco Central de la República de Argentina (BCRA) decidió elevar el tipo de interés de referencia hasta el 40% menos de 24 horas después de que la institución hubiera elevado el precio del dinero hasta el 33,25% en un nuevo intento de defender el cambio del peso frente al dólar.
El instituto emisor presidido por Federico Sturzenegger incrementó así la tasa de referencia en 675 puntos básicos en menos de un día en lo que representaba el tercer aumento del precio del dinero en la última semana, subiendo así el interés de referencia hasta el 40% desde el 27,25% de hace dos semanas.
Asimismo, el Consejo de Política Monetaria del Banco Central de la República Argentina y su directorio decidieron ampliar el ancho del corredor de tasas. De este modo, las tasas a 7 días se ubican en el 47% para el pase activo y en el 33% para el pase pasivo, mientras las tasas a un día se ubican en el 57% y el 28% respectivamente.
«La autoridad monetaria tomó estas decisiones con el objetivo de evitar comportamientos disruptivos en el mercado de cambios así como para garantizar el proceso de desinflación y está listo para actuar nuevamente si resultara necesario», indicó el banco central del país austral en un comunicado.
En este sentido, la institución precisó que continuará operando con todas sus herramientas de intervención en el mercado de cambios y conducirá su política monetaria con el objetivo de alcanzar su meta intermedia de inflación del 15% en 2018.
«Las metas de inflación no se van a cambiar y siguen siendo del 15% para 2018, del 10% para 2019 y del 5% para 2020», aseguró la semana pasada el ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, añadiendo que «hay un fenómeno global de apreciación del dólar por la subida en los tipos de interés en EEUU».
Este contexto, caracterizado por la escalada del dólar, que ha aumentado los precios de los bienes importados y reducido el poder adquisitivo de los consumidores, así como por la inflación interanual, que se elevó en marzo hasta el 25,4%, una de las tasas más altas del mundo, complica que el Gobierno cumpla con este y otros de sus objetivos financieros, lo que hacen estar pasando a la tercera economía más importante de Latinoamérica por una situación delicada.