El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Román Escolano, ha afirmado este martes que el Gobierno va a trabajar para que la nueva imposición a los servicios digitales de las grandes compañías tecnológicas se ponga en marcha «a la mayor brevedad posible» dentro del ejercicio 2018, por lo que espera que llegue al Parlamento cuanto antes.
Así lo ha señalado Escolano en declaraciones a los periodistas antes de intervenir en el acto ‘España y el futuro de la Unión Europea’, organizado por el Ministerio de Economía junto al consejo Federal Español del Movimiento Europeo, en el que ha asegurado que el Gobierno va a trabajar para que el nuevo impuesto a la economía digital se ponga en marcha en España, como en el caso de otros países europeos, «a la mayor brevedad posible».
Escolano ha indicado que todos los servicios del Gobierno están trabajando de forma «muy activa» para que se pueda implementar este mismo año, y ha valorado que los principales grupos de la oposición hayan mostrado su apoyo a esta nueva imposición.
«Es un tema de justicia muy compartido», ha apostillado Escolano, quien ha dicho esperar que el nuevo tributo llegue al Parlamento «a la mayor brevedad posible».
Por su parte, el director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, ha afirmado este martes que el organismo se ve capacitado para recaudar más de 1.000 millones de euros al año por el nuevo impuesto a los servicios digitales de las grandes empresas tecnológicas que el Gobierno presentará en el marco de la Comisión del Pacto de Toledo.
«Pues claro», ha respondido Menéndez al ser preguntado sobre si la AEAT se ve capacitada para recaudar más de 1.000 millones de euros con el nuevo tributo a las grandes tecnológicas, en declaraciones a los periodistas tras intervenir en la apertura de la VIII Jornada sobre ‘La inspección tributaria de las grandes empresas, organizado por Deloitte Legal.
En el nuevo Programa de Estabilidad remitido por el Gobierno a Bruselas hace una semana, el Ejecutivo comunicaba a la Comisión Europea su intención de subir las pensiones conforme al IPC y que, para sufragarlo, plantearía en el Pacto de Toledo la adopción de «nuevas figuras tributarias», como el nuevo tributo a las grandes tecnológicas, que permitirá incrementar la recaudación prevista en 600 millones de euros en 2018 y en 1.500 millones adicionales en 2019.
El nuevo gravamen se aplicará únicamente a empresas con un elevado importe de ingresos anuales, de forma que no grave a las pymes, y sólo gravará por los ingresos derivados de la prestación de determinados servicios digitales, que son los más difíciles de capturar por los sistemas tributarios vigentes.