La Comisión Europea ha reiterado que la exención a los aranceles al acero y aluminio anunciado en Estados Unidos para la Unión Europea debe ser «permanente» pero ha evitado avanzar si hará concesiones para ello a la Administración estadounidense de Donald Trump, que ha acordado una exención temporal hasta el 1 de mayo.
«Esperamos que esta exención sea permanente», ha subrayado en rueda de prensa el portavoz de Comercio del Ejecutivo comunitario, Daniel Rosario.
Eso sí, el portavoz no ha aclarado si el bloque estaría dispuesto a aceptar reducir sus exportaciones del acero a Estados Unidos o hacer otras concesiones en asuntos de interés para Washington, como por ejemplo en los aranceles aplicados al sector del automóvil, más elevados en la UE que en EEUU.
«No especularemos, no anticiparemos qué es lo que nuestros socios americanos quieren o pueden querer discutir», ha zanjado el portavoz, al ser preguntado si la postura del Ejecutivo comunitario hasta ahora de no hacer concesiones a Estados Unidos, al considerar que sus aranceles no eran legales, se mantiene o están dispuestos a hacer concesiones para asegurar una exención permanente.
«Hay mucho de qué hablar», ha admitido no obstante el portavoz comunitario. «Si uno de nuestros socios comerciales tiene cualquier cuestión que discutir con nosotros estamos más que dispuestos a hacerlo», ha agregado.
El bloque ve prioritario atajar el problema de «la sobreproducción» del acero a nivel global en primer lugar pero está dispuesto a abordar «otras cuestiones que quieran plantear», como han hecho en el pasado.
El Ejecutivo comunitario ha confirmado que hay contactos «a diferentes niveles en ambos lados» del Atlántico tras la decisión de Estados Unidos de conceder una exención temporal a la UE hasta el 1 de mayo y falta por determinar el seguimiento de las mismas «en los próximos días», incluidos «reuniones de alto nivel». «Paso a paso», ha recalcado el portavoz.
INVESTIGACIÓN
En paralelo, la Comisión ha anunciado el lanzamiento de una investigación para determinar si hay un desvío de exportaciones de un número de productos de acero -27 categorías– al mercado europeo de terceros países como consecuencia del cierre del mercado en EEUU que perjudique a la industria europea, algo que le permitiría imponer un arancel o topes de contingentes para salvaguardar los intereses europeos.
El Ejecutivo comunitario tiene un plazo máximo de nueve meses para concluir la investigación, cuya apertura no prejuzga su resultado, aunque también
podría decidir imponer medidas «provisionales» antes en caso necesario.
Bruselas ya ha detectado que las importaciones de «determinados» productos de acero «han estado aumentando» desde que el sistema de vigilancia de importaciones del acero a la UE está en vigor desde marzo de 2016 y teme que la tendencia se consolide todavía más tras el anuncio de los aranceles estadounidenses.
La introducción de las medidas de salvaguardia es una de las tres líneas de acción en las que trabaja el Ejecutivo comunitario para defender los intereses de la industria europea frente al arancel introducido en Estados Unidos.
También se reserva el derecho de imponer un arancel a un número de productos estadounidenses equivalente al daño que pudiera provocar la medida estadounidense y llevar el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).