Dos conceptos que siempre hay que tener muy en cuenta cuando compramos y vendemos a crédito son cuánto tardamos en pagar y cuánto tardamos en cobrar. La tesorería de cualquier empresa se basa en entradas y salidas de dinero.
Para poder pagar nuestras compras a crédito (o cualquier otra deuda o pago) primero tenemos que tener dinero, y la fuente de dinero en la empresa son las ventas (al contado o a crédito). Quizás estos conceptos puedan parecer muy básicos, pero nunca está de más repasar asuntos que aunque sencillos, son claves para la gestión empresarial.
Por tanto, parece lógico aplicar la expresión de “primero dejen entrar para luego dejar salir”. Es decir, para nuestra empresa será mejor que nos paguen antes de que nosotros tengamos que pagar. Si yo tengo que pagar a un proveedor 100 euros y un cliente me debe 100 euros, pues la mejor opción es que mi cliente me pague primero a mi esos 100 euros y luego yo le doy esos 100 euros a mi proveedor.
¿Y como podemos saber si en nuestra empresa cobramos antes o pagamos antes? Pues con dos conceptos muy sencillitos:
- Periodo medio de cobro.
- Periodo medio de pago.
El periodo medio de cobro (PMC) nos indicará el número de días (en promedio) que nos tardan en pagar nuestros clientes, o dicho de otra forma, los días que estamos financiando a nuestros clientes. Su cálculo es bien sencillo:
Lógicamente, el período medio de pago (PMP) nos dirá los días que de media tardamos en pagar a nuestros proveedores, y su cálculo es igual de sencillo que el periodo medio de cobro:
Una vez que hemos calculado las dos ratios, las comparamos. Lo ideal es que el periodo medio de pago sea superior a periodo medio de cobro, lo cual implicaría que nosotros cobramos antes de lo que tenemos que pagar a los proveedores.