Entre esas estrategias está la reducción de los gastos comerciales, de una manera que no afecte a la calidad y, en cambio, pueda beneficiar a nuestra contabilidad e, incluso, a la clientela.
Mirar los costes de energía
Esta puede ser una excelente manera de ayudar a una empresa a reducir costes sin sacrificar ninguna calidad. Las empresas, tanto pequeñas como grandes, pueden implementar una estrategia similar instalando energía solar, utilizando un acuerdo de compra de energía, alquilando tierra o techo a proveedores de energía solar, instalando electrodomésticos e iluminación eficientes o haciendo una auditoría energética e implementando las recomendaciones a este respecto.
Comprar más cantidad o con más frecuencia
Si funciona para los compradores, también puede funcionar para dueños de negocios. Para reducir los gastos comerciales, sin sacrificar la calidad, se pueden hacer pedidos en grandes o mayores cantidades, para lograr reducir así la frecuencia de órdenes y, por tanto, lo que sería un gasto más costoso con las tarifas de envío, trámites o posibles rápeles.
Encontrar proveedores menos costosos
Puede que te vaya mejor si operas con proveedores de menor precio y que no afectan a tu marca, producto o servicio. Por ejemplo, podrías elegir suministros de oficina, uniformes de empleados, equipos informáticos o de telefonía más económicos.
Eliminar clientes no rentables
Muchas empresas pueden dejar de trabajar con clientes que pagan mal u ofrecer incentivos a los clientes que pagan bien. La cuestión es centrarse en la clientela que ofrece una mayor rentabilidad para el negocio.
Externalizar algunas tareas
¿Empiezas a sentir que tu empresa es una empresa de recursos humanos? Ya sabes, porque dedicas gran parte de tu tiempo a gestionar el papeleo de recursos humanos, en lugar de dedicarte a hacer crecer tu negocio. Como empresarios, a veces queremos hacer todo nosotros mismos porque queremos tener el control o queremos garantizar la calidad. Desde la contabilidad hasta el reclutamiento y la nómina: el tedioso trabajo que se debe hacer para mantener un negocio en funcionamiento. Pero de lo que no nos damos cuenta es de que cuándo ciertos procesos quitan demasiado tiempo de los trabajos productivos, que agregan valor a tu servicio o ayudan con las ventas, por lo que esos procesos le están costando o restando dinero a tu negocio. Por tanto, para reducir los gastos comerciales sin perjudicar al producto o servicio, se pueden subcontratar procesos que ocupan demasiado tiempo.
Reducir los impagos
¿Trabajas para clientes que pagan tarde o se retrasan mucho? No cobrar resulta caro, si no se está en el negocio de préstamos, por lo que se puede comenzar a cobrar intereses o cargos por pagos atrasados a los clientes que tienen cuentas pendientes. Eso debería compensar las pérdidas y ayudar a reducir los gastos comerciales.
Moverse rápido
El tiempo supone dinero. Una vez que tengas algunas estrategias de reducción de gastos en mente, empieza a implementarlas de inmediato.
Dicho de otra forma, hay que establecer objetivos de reducción de costes con la vista puesta en el calendario; concentrándonos en lo que se puede hacer, no en las ideas que llevan tiempo o que son costosas para llevar a cabo.
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