El evento de alto nivel, celebrado hoy 3 de marzo, “BUSINESSEUROPE Day-Reform to perform”, se ha centrado en las acciones y reformas necesarias a nivel europeo e internacional para mejorar la competitividad de la Unión Europea.
En su intervención, el presidente de CEOE, Juan Rosell, ha subrayado como prioridad principal la mejora de la legislación teniendo en cuenta su impacto para las empresas y su coste en términos de PIB, dentro y fuera de Europa; insistiendo en que la normativa europea debe ser clara, sencilla y estable.
Asimismo, Rosell destacó la importancia de ahondar en la integración europea a nivel económico e institucional frente a la crisis de confianza y de credibilidad que atraviesa el proyecto europeo, pero con una dirección fija y evitando una “UE a la carta”.
Respecto a los elementos claves para afianzar la recuperación económica, el presidente de CEOE enumeró una política monetaria propicia; la consolidación fiscal; la continuación de reformas estructurales; el fomento de las inversiones y el comercio; y tener presente la dimensión internacional y sus implicaciones y oportunidades para las empresas, que operan en zonas como América Latina, África y Asia.
Por otro lado, el presidente de CEOE señaló algunos retos a tener en cuenta, como el envejecimiento de la población; la digitalización; y la globalización en los mercados financieros, el comercio y la inversión.
En este contexto, respecto al Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), Juan Rosell consideró fundamental explicar mejor a la opinión pública los beneficios potenciales de dicho acuerdo para las economías europeas en términos de crecimiento y empleo.
Unos mensajes que también fueron compartidos por la presidenta de BUSINESSEUROPE, Emma Marcegaglia, quien presentó en su intervención el documento “Eurobarómetro de las Reformas 2016”, elaborado en estrecha colaboración con sus Federaciones miembros, entre ellas CEOE.
Otros asuntos abordados en el debate en el que participó Juan Rosell, junto a otros presidentes y directores generales de confederaciones empresariales homólogas como BDI (Alemania), IV (Austria) y CBI (Reino Unido), fueron la gestión de la política migratoria y sus implicaciones en el mundo empresarial, el posible estatuto de economía de mercado de China, o los bajos precios del petróleo.
