El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha avanzado este viernes que el Gobierno elevará «en las próximas fechas» su previsión de crecimiento económico para este año y la situará «al menos en el 2,5%», frente al 2,3% actual.
«Este año 2018 va a ser un buen año, habíamos fijado la previsión de crecimiento en el 2,3%, pero en las próximas fechas lo vamos a actualizar y la vamos a situar al menos en 2,5% en 2018 en el conjunto del país», ha anunciado Rajoy durante su intervención el acto de conmemoración del 50 aniversario del Aeropuerto de Alicante-Elche.
Rajoy ha destacado que ha sido «muy importante» pasar de cinco años de crecimiento económico negativo a unos años de «crecimiento pujante», ya que en los ejercicios 2015, 2016 y 2017 España ha crecido por encima del 3%, y se ha mostrado confiado en que a final del año que viene se pueda alcanzar el objetivo de 20 millones de ocupados.
El Ejecutivo rebajó del 2,6% al 2,3% su previsión de crecimiento para este año en el plan presupuestario que remitió a Bruselas a mediados de octubre por el impacto de la situación política en Cataluña, si bien ahora actualizará su cuadro macroeconómico para elevar su estimación al menos en el 2,5%.
De hecho, Rajoy ya había indicado que la economía española podría registrar este año un crecimiento próximo al 3% si se conseguía recuperar la estabilidad en Cataluña. En esta línea, el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, subrayó esta semana que España inicia 2018 con la «inercia» de los últimos trimestres y apuntó que podría registrar un avance del PIB próximo al 3% por cuarto año consecutivo, en función de la situación política en Cataluña.
«España es un gran país y tenemos muchos motivos para sentirnos españoles», ha apostillado Rajoy, quien ha valorado que la red de infraestructuras sea una de las «más competitivas y eficientes del mundo», y el récord de turistas (82 millones de visitantes) y de gasto (casi 90.000 millones de euros) registrado el año pasado.
El presidente del Gobierno ha defendido que una buena política económica es la que permite crecer y crear empleo, ya que hace que más gente contribuya a las arcas públicas, se paguen impuestos indirectos y haya más gente cotizando, lo que a su vez hace que las pensiones «puedan ser mejores» y las empresas cada vez sean más competitivas y contribuyan al progreso y el crecimiento.