Por cada euro más de gasto en la demanda final del sector manufacturero, el conjunto de la economía española aumentaría el valor de su producción en 3,11 euros, de los cuales el primer euro se correspondería con el efecto directo de satisfacer esa demanda y los restantes 2,11 euros provendrían de las distintas relaciones intersectoriales.
Así se desprende del informe ‘Industria: motor de crecimiento’ que ha elaborado la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) junto a la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) para destacar el importante papel que juega el sector industrial en la economía nacional.
Según los datos publicados por Eurostat, la industria representaba el 14% del Producto Interior Bruto (PIB) de España en 2016, una cifra que, si bien todavía se encuentra lejos de la meta del 20% propuesta por la Comisión Europea para el año 2020, ha conseguido recuperarse de los mínimos alcanzados en el periodo 2009-2012 a raíz de la crisis económica, cuando cayó al 13,2% del PIB.
Además, según las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) relativas al año 2016, el sector industrial emplea a 2,3 millones de trabajadores, lo que supone el 13,8% de la fuerza laboral total del mercado de trabajo español.
MENORES COSTES LABORALES UNITARIOS
Teniendo en cuenta que el 94,5% de estos puestos de trabajo corresponde a un contrato a tiempo completo, frente al 83,4% del conjunto de la economía, y que el 78,7% es indefinido, frente al 73,2% que registra el resto de sectores, la Industria se alza como «motor de la prosperidad».
En esta misma línea, los costes laborales unitarios del sector secundario también son significativamente menores que los del resto de la economía, como consecuencia de la mejora de la productividad por trabajador, al mismo tiempo que se obtienen mejores remuneraciones que en otros sectores.
Pese al buen avance de la Industria española en términos de competitividad, todavía hay un factor que lastra la calidad de este tipo de actividad: el valor añadido doméstico en las exportaciones, que ha ido reduciendo su peso sobre el total del valor de producto.
Aunque se trata de una situación que comparten todos los países desarrollados, el valor añadido doméstico ha descendido del 73,7% que se registraba en 1995 al 62,1% que se estima para el año 2014. Aun con todo, los pronósticos apuntan que la tendencia a la baja ha conseguido frenarse en lo últimos años.
Unido a este fenómeno está el proceso de deslocalización que la Industria ha experimentado en todos los países desarrollados, trasladando su producción a economías en vías de desarrollo donde los costes de reducen considerablemente.
Frente a estos y otros obstáculos, la CEOE propone una serie de medidas, que pasan por el aumento de la productividad, conseguir unos mayores niveles de innovación con un aumento del I+D+i, introducir nuevas tecnologías o aumentar el tamaño de las empresas para alcanzar el objetivo propuesto por la Comisión Europea.
FINANCIAR EL COSTE ELÉCTRICO VÍA PRESUPUESTOS
Entre los ámbitos de actuación para alcanzar un Pacto de Estado que acabe por impulsar la consolidación del sector, la patronal hace hincapié en la importancia de transformar el actual marco regulatorio alrededor de la política energética, que, según CEOE, lastra la competitividad del tejido industrial.
Dado que hasta un 50% de la factura eléctrica se destina a la carga fiscal, según los datos que manejan en la patronal, la CEOE propone que el coste de políticas ajenas al suministro, como los costes de política territorial o el fomento de las renovables, se financien bajo los Presupuestos Generales del Estado o otras vías de financiación.
Según la organización, esta medida eliminaría las distorsiones en un bien intermedio, como es el suministro eléctrico, e incrementaría la competitividad del sector. Además, la CEOE también propone la eliminación de todas las cargas impositivas establecidas en la Ley 15/2012, como el impuesto especial al consumo de combustibles fósiles para la generación de electricidad.
MEJORAR LAS INFRAESTRUCTURAS
Dentro de la batería de medidas, la CEOE también destaca la importancia de la mejora de las infraestructuras y el impulso de los corredores ferroviarios con ancho de vía internacional, dentro del ámbito logístico y de transporte.
En cuanto a la formación y empleo, la patronal propone modificar el modelo de Formación Profesional para el empleo, flexibilizar los sistemas de contratación, modernizar el sistema de negociación colectiva o reducir las elevadas cotizaciones sociales empresariales.
Por último, entre otros ámbitos de actuación, la CEOE incluye eliminar la doble imposición fiscal, combatir del fraude, reducir el impuesto de sociedades, apostar por la economía circular y por la digitalización del sector.