El presidente de CEOE, Juan Rosell, destacó hoy la apuesta que las organizaciones empresariales han realizado por los sistemas de solución autónoma de conflictos desde primer ASEC en 1996 hasta la firma del V ASAC en 2012, en el acto conmemorativo del XX Aniversario de la firma del I Acuerdo sobre Solución Extrajudicial de Conflictos Laborales, al que también han asistido el presidente de CEPYME, Antonio Garamendi, y los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, respectivamente.
En la misma línea, Rosell reiteró el compromiso de la Confederación de seguir avanzando en la promoción de la actividad de los sistemas de solución autónoma de conflictos, mediante el diálogo y la participación de los interlocutores sociales, como alternativa consolidada a la judicialización de los conflictos y herramienta al servicio de las relaciones colectivas de trabajo. Todo ello para satisfacer las necesidades de los trabajadores, las empresas y la sociedad en su conjunto.
Durante su intervención, el presidente de los empresarios españoles aseguró que la autocomposición, es decir, las propias partes implicadas, en la resolución del conflicto tiene efectos positivos, ya que disminuye la conflictividad y evita un exceso de judicialización del sistema de relaciones laborales. Además, subrayó que el diálogo social y la solución autónoma de conflictos laborales son una herramienta de competitividad plenamente consolidada en nuestras relaciones laborales.
Señaló que los citados sistemas han intensificado su actividad a lo largo de estos años, y recordó que en el periodo 2006-2010 la media de procedimientos tramitados ascendió a 248, mientras que entre 2011 y 2015 la media se situó en 387 expedientes, gracias en parte al V ASAC. No obstante, Juan Rosell considera que los resultados son todavía insuficientes, por lo que habría que plantearse “cuáles son los retos futuros de los sistemas de solución autónoma de conflictos laborales”.
En este sentido, explicó que hay que avanzar en “el impulso y eficiencia de los sistemas de autocomposición de los conflictos”, optimizar el nivel de acuerdos alcanzados en los procedimientos de mediación e intensificar el todavía incipiente uso del arbitraje.
Estos son, en su opinión, los retos que deben abordar los interlocutores sociales ante la renovación del VASAC, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2016, y que “tendremos que acometer en el corto plazo”. Añadió que, teniendo en cuenta la realidad del sistema desarrollado en España por el V Acuerdo, y de cara a su renovación, sería de interés aproximarse a la experiencia de los sistemas que existen en los países de nuestro entorno europeo, buscando sinergias y buenas prácticas para avanzar en el desarrollo y consolidación en España de los sistemas de solución autónoma de conflictos.