Pagos en el pequeño comercio

Los pagos en el pequeño comercio

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Actualizado 12 | 12 | 2017 11:58

La digitalización hace tiempo que llegó a nuestras vidas y lo ha hecho para quedarse. Los comercios – independientemente de su tamaño- no son ajenos a este fenómeno y ya están inmersos en la llamada transformación digital principalmente porque lo demandan unos consumidores acostumbrados cada vez más a realizar todo tipo de transacciones, en especial los pagos, de manera electrónica.

Así lo demuestran los últimos datos publicados por el Banco de España, que indican que actualmente existen en nuestro país 72,75 millones de tarjetas – de crédito y débito- en circulación. A fecha de junio de este año, el importe pagado en tiendas mediante tarjeta ascendió a los 63.839 millones de euros y la cantidad media se sitúa en 48,6 euros. Por otro lado, según el II Informe Bankintercard publicado recientemente, el pago medio anual con tarjeta en 2016 llegó a los 2.085 euros, y si se cumplen sus previsiones, en 2017 la cifra aumentará un 1,8% hasta los 2.856 euros.

En efecto, los hábitos de compra de los consumidores están cambiando y se dirigen cada vez más hacia los pagos digitales llevando tras de sí a los comercios.

En los encuentros mantenidos con pequeños y medianos empresarios organizados por Visa se puso de manifiesto la necesidad de adaptación de las empresas, sean del sector que sean, a la era digital. Aunque dependiendo del sector unas lo harán con mayor velocidad que otras, todas se verán beneficiadas de las ventajas – “mayor seguridad, un mejor servicio y la trazabilidad en los pagos”- que el ecosistema digital les brinda. Sin embargo, pese a estar más que familiarizados con los pagos digitales y de utilizarlos en el día a día de sus negocios y en su vida personal, en ocasiones son reticentes a la hora de pagar pequeñas cantidades ya que, según sus palabras, “pueden perjudicar al comerciante”. Pero, ¿es eso cierto?

La conveniencia de los pagos digitales

Muchas personas todavía consideran que un café, una barra de pan, un accesorio o cualquier concepto de una pequeña cantidad de dinero puede ser entendido como obligatorio pagar en efectivo.La realidad es bien distinta: en casi todos los comercios o establecimientos a lo largo de nuestra geografía puede pagarse actualmente con tarjeta sea cual sea el importe.Aceptar pagos digitales supone una gran ventaja añadida para los propietarios que dejarán de estar preocupados por su contabilidad que muchas veces les supone una gran inversión de tiempo o un desembolso económico al tener que subcontratar la gestión. Sin embargo, está en la mano de los consumidores facilitar el trabajo a los comerciantes a la vez que nosotros controlamos nuestros gastos de una manera cómoda y segura. ¿Cómo podemos hacerlo? Es muy fácil, con tarjeta.

Cuando pagamos con tarjeta o con el móvil en un pequeño comercio estamos ayudando a su propietario a que tenga un control de sus ingresos al igual que nosotros preferimos que nos hagan una transferencia. Estos pagos aparecerán perfectamente reflejados en su extracto bancario. También permitirá que los comerciantes tengan un control exhaustivo de su inventario sin tener que acumular miles de papeles llenos de apuntes y recopilarlos antes de que llegue el momento de realizar un nuevo pedido.

Otra ventaja, desconocida por muchos consumidores, es que realizando pagos digitales estamos ayudando a su desarrollo empresarial. Las empresas, como hemos mencionado anteriormente, se encuentran inmersas en un ecosistema digital, por lo que llegará un momento – más pronto que tarde- en el que todas las herramientas que empleen en su gestión diaria serán digitales. De ahí que realizar este tipo de ayudará a su adaptación.

Los pagos digitales no solo tienen beneficios en términos de gestión y de productividad; también les permitirá a los empresarios acceder a servicios que les facilitarán su relación con nosotros y con el resto de sus clientes. Esta novedad, basada en el análisis de datos, les proporcionará información valiosa acerca del tipo de cliente que tienen, los productos que suelen consumir diferenciados por categorías y la frecuencia de compra. Con ello, el propietario podrá comenzar a implementar ofertas y promociones para atraer a nuevos clientes a la vez que mantiene los que ya tiene gracias a programas de fidelización.

Esta herramienta proporcionará al pequeño empresario una base sobre la que seguir desarrollando su negocio, facilitará su adaptación e integración en el actual ecosistema digital y, sobre todo, proporcionará un servicio más eficaz y personalizado a sus clientes de forma que su negocio pueda seguir creciendo.


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