La actividad del sector manufacturero español creció en noviembre al mayor ritmo desde hace más de una década, con lo que se sitúa en niveles de antes de la crisis, según el índice PMI elaborado por HIS Markit, que subraya la «buena forma» del sector y prevé que continúe con el «fuerte» comportamiento en 2018.
En concreto, el índice PMI se situó en 56,1 puntos en noviembre, desde 55,8 puntos registrados el mes inmediatamente precedente, con lo que muestra su mayor lectura desde febrero de 2007. Según apunta, las condiciones operativas en las empresas han mejorado todos los mees durante los últimos cuatro años.
«El éxito del sector se debe principalmente a la capacidad de las empresas para captar nuevos pedidos, a menudo procedentes de los mercados de exportación», señala el director asociado de HIS Markit, Andrew Harker.
En este sentido, la mayor carga de trabajo y las perspectivas de un mayor crecimiento en los próximos meses llevaron a los empresarios a contratar más personal. De hecho, la creación de empleo fue una de las más fuertes hasta la fecha, solo superada en los primeros tres meses del estudio, por lo que se sitúa en máximos de abril de 1998.
«El crecimiento de las cargas de trabajo sigue siendo una buena noticia para el mercado laboral manufacturero, y el empleo aumentó a la tasa más fuerte de la mayor parte de los últimos 20 años», indica Harker, al tiempo que subraya que, a medida que 2017 llega a su fin, el sector muestra que está «claramente en buena forma», algo que se prevé que continúe en 2018.
El fuerte aumento de la producción manufacturera se aceleró por tercer mes consecutivo en noviembre, alcanzando su mayor ritmo desde mayo de 2015. Esta mejora se debe en gran medida al incremento de los nuevos pedidos. Asimismo, el ritmo de expansión de los nuevos pedidos para exportaciones fue uno de los más rápidos desde que comenzó el estudio en febrero de 1998.
De su lado, los precios de compra siguieron aumentando a un ritmo «vertiginoso», y los encuestados mencionaron que los productos como el aluminio, el papel y los plásticos, entre otros, han aumentado de precio de forma considerable. Como resultado, la inflación del precio de venta se aceleró a máximos de cuatro meses.