La Unión Europea ha dado el visto bueno definitivo a las nuevas normas que permiten a los gestores de fondos de cualquier tamaño comerciar y gestionar fondos de capital riesgo europeos (FCRE) y fondos de emprendimiento social europeos (FESE), con el objetivo de impulsar la inversión proyectos innovadores y en ‘start ups’.
En concreto, las nuevas reglas han sido aprobadas este lunes sin debate por los Veintiocho después de que el Parlamento Europeo respaldase los cambios legislativas el pasado 14 de septiembre. El reglamento empezará a aplicarse tres meses después de su entrada en vigor.
Esta propuesta forma parte de los esfuerzos de la Comisión Europea para desarrollar un mercado de capitales en la UE completamente funcional y para diversificar las fuentes de financiación de las empresas comunitarias y de proyectos a largo plazo.
En concreto, la revisión de las normas amplia a los grandes gestores de fondos, por ejemplo aquellos que gestionan unos activos cuyo valor supera los 500 millones de euros, la posibilidad de comerciar y gestionar fondos de capital riesgo europeos y fondos de emprendimiento social europeos.
Además, expande el abanico de compañías en los que los fondos de capital riesgo pueden invertir para incluir a empresas no cotizadas de hasta 499 empleados y pequeñas y medianas empresas que cotizan en los mercados de crecimiento de pymes.
La UE considera que se ha quedado rezagada con respecto a Estados Unidos en este sector. Bruselas calcula que las empresas europeas podrían haber accedido a 90.000 millones de euros adicionales entre 2009 y 2014 si los mercados europeos de capital riesgo hubieran tenido el mismo nivel de desarrollo que en Estados Unidos.
El ministro de Finanzas de Estonia, Toomas Toniste, que este semestre ostenta la presidencia de turno del Ecofin, ha destacado que «las nuevas normas contribuirán a diversificar las fuentes de financiación disponibles para las empresas y los proyectos a largo plazo en Europa».
«Al facilitarles la obtención de financiación en los mercados de capitales, lo que se pretende es que las empresas no tengan que depender exclusivamente de los préstamos bancarios», ha manifestado.