El vicepresidente de CEOE y presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, ha instado a los españoles a que «no abandonen» las empresas que salgan de Cataluña.
En concreto, respecto al cambio de sede social del Banco Sabadell y la posible salida de La Caixa, Garamendi ha pedido que no se abandone a estos bancos porque «son maravillosos» y porque «van a hacer lo que tienen que hacer». «Cuidado con las reacciones y contrareacciones, que no serán buenas ni para Cataluña ni para España», ha asegurado.
Así, sobre la «fuga de empresas» de Cataluña a otras zonas de España, Gramendi ha apuntado que las empresas tienen que tomar las decisiones que les afectan por «el bien de sus clientes y accionistas», porque «es su obligación».
«Las cosas tienen consecuencias y es una pena lo que está pasando», ha apostillado, tras poner de relieve que Cataluña debe tener claro que irse de España implica irse de Europa, salir de la influencia del Banco Central Europeo y, por ende, «de la garantía de depósitos».
También se ha mostrado a favor de la posibilidad de que el Gobierno apruebe un decreto ley para facilitar el traslado de sedes sociales sin pasar por las juntas de accionistas, ya que cree que «todo lo que en las empresas sea flexibilidad y libertad nos importa a los empresarios y siempre lo aplaudimos». Así, ha subrayado que la libertad ofrece a los empresarios más competitividad para trabajar.
Además, ha insistido en que la ley es la base de la democracia y de la sociedad española, «dentro de la ley vale todo, pero si te la saltas, es imposible llegar a buenas metas».
Así lo ha señalado el presidente de la patronal de la pequeña y mediana empresa en una entrevista realizada a RNE, donde también ha insistido en que la unidad «es buena noticia». «El objetivo de toda Europa y también de España es dar más cesión de soberanía a la Unión Europea, porque nos va a ir a todos mejor», ha añadido.
En esta línea, también ha asegurado que los responsables políticos deben tener en cuenta que ir en contra de la ley es un «error inmenso» que lleva a los ciudadanos a «una situación imposible». «Lo que hay que ver es cómo integrarlo todo, porque es el futuro. Las sociedades que crecen y que son potentes son las que son capaces de integrar a todo el mundo», según Garamendi.
Garamendi ha destacado que le «preocupa» y que le «parecería una barbaridad» que se boicotease desde España a los productos catalanes y viceversa, porque «iría en contra de las empresas y de los ciudadanos y nos haría mucho más pobres».
«Creo que es el momento de llamar a la mesura, a la tranquilidad y al sentido común», ha recalcado Garamendi, tras afirmar que sí es posible que la gente hable y dialogue, pero dentro del ordenamiento jurídico y dentro de la ley.
«LA DESCONFIANZA DESHINCHA LAS COSAS»
Por otro lado, el presidente de Cepyme considera que el momento en el que no hay confianza «las cosas se deshinchan». En esta línea, ha destacado que el turismo ha visto ralentizar su crecimiento porcentual, que ha pasado del 10% al 2%. Además, de seguir así la situación, el pequeño comercio, que en muchos casos necesita de las grandes empresas, verá cómo sus ventas caen.
«Dependen de que las grandes empresas estén con una fortaleza muy potente y sanísimas, porque son las tractoras de las pymes», ha subrayado.
En el ámbito exterior, Garamendi cree que la imagen que se dio de España el pasado 1-O «no puede ser buena» y que «los mercados son los mercados y cuando das esa imagen, otros se van a aprovechar de la oportunidad».