El Plan de Inversiones para Europa puesto en marcha tras la crisis financiera a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI) pronostica que los 544.000 millones de euros movilizados entre 2015 y 2016 derivarán en la creación de alrededor de 2,25 millones de puestos de trabajo y un incremento adicional del Producto Interior Bruto (PIB) comunitario del 2,3% hasta 2020.
Así lo ha señalado el brazo financiero comunitario tras realizar una nueva investigación sobre el impacto real de sus estímulos en la economía, y que concluye que el efecto es «positivo y de gran envergadura», ya que sienta las bases de un crecimiento a largo plazo, más allá de un impulso temporal.
En este sentido, el estudio recoge los pronósticos concretos de los 161.000 millones de euros en préstamos aprobados a finales de 2016, conocido como ‘Plan Juncker’, cuyo objetivo es la reactivación de la economía y su foco son las pymes de toda Europa. Solo este plan se traducirá en la creación de 690.000 empleos y un impulso adicional al PIB del 0,7%.
Los expertos del BEI utilizaron un modelo económico específico para evaluar el impacto futuro de las inversiones con el respaldo de las operaciones realizadas durante los dos últimos años, así como por los préstamos que se enmarcan en el Plan de Inversiones del Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas o ‘Plan Juncker’ aprobado a finales del año pasado.
«Nuestro objetivo principal es mejorar la competitividad de la UE y el crecimiento a largo plazo, mientras que estos resultados demuestran que la economía europea continuará creciendo, independientemente del ciclo económico en el que nos encontremos», señaló la directora de economía del BEI, Debora Revoltella.
El ‘Plan Juncker’ del BEI comenzó a mediados de 2015 y cuenta con el presupuesto de la UE como garantía. Inicialmente se estableció con el propósito de realizar una inversión de 315.000 millones de euros durante tres años. No obstante, el presidente de la Comisión Europea del que toma su nombre el plan, Jean-Claude Juncker, ha propuesto elevar esta cifra hasta 500.000 millones de euros y el periodo hasta el 2020.
El objetivo de esta idea es la de dar apoyo a aquellas empresas que hayan podido tener dificultades a la hora de obtener financiación bancaria, fundamentalmente para las áreas de innovación de las mismas o las pymes europeas.
«Pusimos en marcha este programa para responder a la crisis cuando existían fallos de mercado», explicó la directora de política económica y estrategia del BEI, Natacha Valla, a la vez que se congratuló de los resultados del estudio.
Según apunta el BEI, las inversiones realizadas durante los dos últimos ejercicios continuarán proporcionando estímulos en veinte años, con un aumento adicional del PIB del 1,5% y la creación de 1,3 millones de empleos. Asimismo, las inversiones aprobadas a finales de 2016 a través del ‘Plan Juncker’ seguirán agregando un impulso del 0,4% al PIB y hasta 344.000 empleos en 2036.
