El 36% de los incendios que ocurre en los comercios se produce entre julio y septiembre, según se desprende de un estudio realizado por MAPFRE sobre su propia cartera de clientes.
La mayor demanda, el aumento del uso de las instalaciones en los comercios y de la intensidad eléctrica para activar congeladores ventiladores son algunas de las causas que originan la mayoría de los siniestros en verano. Además de los incendios hay otras situaciones en los comercios que también motivan la intervención del seguro en verano.
Así, por ejemplo, los problemas relacionados con el agua suponen uno de cada cuatro expedientes declarados en este periodo, como consecuencia del desajuste en el cierre de grifos, llaves de paso o tuberías en mal estado, por ejemplo.
Por su parte los daños eléctricos son la causa del 17% de los siniestros en comercios que se producen en verano, consecuencia de las averías que se producen en aparatos eléctricos, como cajas registradoras y ordenadores, entre otros dispositivos. La rotura de cristales supone un porcentaje similar al anterior, seguido de los robos, que concentran el 10% de los siniestros que se producen en el periodo estival en los comercios.
Contar con un seguro es una garantía ante estos riesgos. MAPFRE ofrece también cobertura a cerca de 700.000 pymes y autónomos, un 27,2% más que un año antes.